Muhammad Ali se unió a la lista de leyendas que nos han dejado este fatídico año 2016. Su legado, además de peleas de boxeo inolvidables y frases para el bronce, será su ejemplo de lucha contra la injusticia, el racismo y discriminación. Pero también se recordará la tenacidad con la que llevó una dura enfermedad como el parkinson.
El ex boxeador se fue de este mundo a los 74 años, el viernes 3 de junio, tras una complicación respiratoria luego de luchar 32 años contra el Parkinson. Y a pesar de no estar en su mejor condición física aceptó en marzo de este mismo año a tomarse los que serían sus últimos retratos.
La familia de Ali recibió en su casa en Phoenix, Arizona al fotógrafo inglés Zenon Texeira y no dudó en levantar los puños tal como lo hizo en su época de gloria en los 60 y 70.
Se nota en las fotografías el aspecto desmejorado de Ali tras luchar por más de 3 décadas contra un parkinson que le afectó en 1984.
En las fotos se aprecia que la poderosa mirada del boxeador, ex campeón mundial, se mantuvo inconfundible a pesar de su gran cuerpo enfermo en las semanas previas a su muerte.
Ali será recordado por todo el mundo por sus grandes frases, algunas que parecían arrogantes, pero que al final eran parte de su estilo. Algunas como: “Soy el más grande. Me lo dije incluso a mí mismo cuando no sabía lo que era” son un ejemplo de esto.
Pero también es recordado por ser un gran luchador por los derechos de las personas negras en Estados Unidos y el mundo. “Classius Clay es el nombre de un esclavo. No lo escogí. No lo quería. Yo soy Mohammad Ali, un hombre libre”.
También por haber desafiado a su gobierno, al negarse a ir a la Guerra de Vietnam. Siempre fue un tipo fiel a sus ideales. “No voy a recorrer 10,000 kilómetros para ayudar a asesinar un país pobre simplemente para continuar la dominación de los blancos contra los esclavos negros”.
Y obviamente por ser una gran deportista: “Imposible es solo una palabra que utilizan los débiles que encuentra más fácil vivir en el mundo que les han dado que explorar el poder que tienen para cambiarlo. Imposible no es un hecho. Es una opinión. Imposible no es una declaración. Es un desafío. Imposible es potencial. Imposible es temporal.Nada es imposible”.
El parkinson lo dejó prácticamente mudo al final de sus años pero sus memorables frases igual quedarán para siempre en la historia. Al final estaba tan debil que según sus familiares se comunicaba con pestañeos y sonrisas.
Según los doctores, el parkinson probablemente fue causado por los miles de golpes que recibió durante su notable carrera pugilística que lo vio ganar 56 de sus 61 peleas.
Ali levanta sus puños por última vez , con los ojos ocultos detrás de un par de gafas de sol oscuras. Intenta esbozar una sonrisa que aparece en la comisura de sus labios.
Fue tan importante la figura de Ali que incluso el presidente Obama dijo que mantuvo un par de guantes de boxeo suyos en su estudio en la Casa Blanca junto con una fotografía del, en ese entonces, joven campeón “rugiendo como un león sobre un caído Sonny Liston”.
¡Aguante Ali! Toda una leyenda. Para quienes gusten de la figura de este gran ícono del deporte y de la historia universal les recomiendo leer dos artículos que recopila la revista Paniko. Uno escrito por Norman Mailer que describe su recordada pelea contra George Foreman en Zaire, quizás uno de los punto más alto de su carrera, y un reportaje de Gay Talese sobre su visita a La Habana, Cuba que marca lo que fue quizás el principio de su decadencia.
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Post y Contenido Original de : UPSOCL
Mira la última sesión de fotos de Muhammad Ali antes de su muerte. Levanta los puños por última vez
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