Se dice que una viuda la mandó construir para aplacar los espíritus que la perseguían
California.- Si vives en California, Estados Unidos, o alguna vez has ido de vacaciones, seguramente haz escuchado hablar de la mansión Winchester, pero ¿cuál es su historia y por qué es tan tenebrosa?
La tenebrosa mansión Winchester fue construida a finales del siglo XIX, por Sarah Winchester, luego de perder a su pequeña hija y años más tarde quedar viuda.
Al no poder salir de la tristeza que la invadía y aconsejada por un amigo, decidió consultar a una médium para poner fin a su mala suerte, entonces la vidente le aseguró que su familia estaba maldita.
“Tu marido está aquí”, dijo la médium a Sarah.
Luego le aconsejó que se mudara al Oeste de Estados Unidos, y construyera una casa especial para las víctimas que habían perdido la vida a consecuencia de las armas Winchester.
“Debes empezar una nueva vida y construir un hogar para ti y para los espíritus de los caídos también. Nunca pares la construcción de esa casa. Si continuas construyendo, vivirás. Para y morirás”.
“Dice que hay una maldición sobre vuestra familia, que se llevó la vida de vuestro hija y la suya. Pronto se llevará la tuya también. Es una maldición provocada por las terribles armas creadas por la familia Winchester. Miles de personas han muerto por culpa suya y sus espíritus ahora buscan venganza”.
Las palabras de la médium convencieron a Sarah para que se mudará, fue así que llegó a California y dio inicio a un proyecto de vida interminable.
Creía que su única oportunidad de vivir una vida normal era la de construir una casa permanentemente, pues si no terminaba ningún fantasma podría instalarse en ella.
Para entonces Sarah estaba más sola que nunca, no se mostraba ante nadie, sólo con el capataz a quien daba los bocetos que dibujaba por las noches y así se empezara a levantar el edificio que debía construirse durante las 24 horas del día, sin descanso.
Y así se hizo durante 38 años, hasta que Sarah, de 83 años, murió mientras dormía el 5 de septiembre de 1922.
El resultado de esa excesiva carga de trabajo fue una excéntrica mansión llena de escaleras y puertas que no llevan a ningún lado y pasillos que se retuercen sobre sí mismo, se construyó de sus 4 pisos, 160 habitaciones, 467 entradas y 47 chimeneas.
Hay puertas pequeñas o que no conducen a ninguna parte, y ventanas que dan a otras partes de adentro de la casa, y pese a que es una enorme casa, sólo hay dos espejos en el lugar, según Sarah, los fantasmas temían a su propio reflejo.