Por Mario Osorio Beristain. Enviado
Venecia, 31 Ago (Notimex).- A casi 45 años de haber saltado a la fama mundial con su película “El exorcista”, el realizador estadunidense William Friedkin presentó hoy en la gran pantalla un exorcismo verdadero realizado por el que fue el principal exorcista de la diócesis de Roma, Gabriele Amorth.
Exhibido fuera de concurso en la 74 Muestra de Cine de Venecia, el documental “The devil and father Amorth”(El diablo y el padre Amorth) muestra por primera vez al público un exorcismo real hecho a una mujer “poseída”, que aunque grita y se retuerce, no alcanza los niveles de Linda Blair, la protagonista de la cinta de 1973.
“El padre Amoth me confesó que le gustaba mi película, aunque consideraba un poco exagerados los efectos especiales de la poseída”, dijo.
Reconoció que antes de rodar “El Exorcista” nunca había estado presente en un exorcismo y no sabía absolutamente nada. Igualmente ignorante era Bill Blatty, quien escribió la novela y el guión.
Conocido también por sus películas “The french connection” (1971), con la que ganó el Oscar, “Cruising”(1980) o “The Hunted”(2003), Friedkin dijo que fue gracias a la intervención de la Providencia que conoció al sacerdote Gabriele Amorth, fallecido en 2016 y considerado uno de los principales exorcistas del mundo.
“Durante 31 años fue el exorcista de la diócesis de Roma. Había oído hablar de él muchos años antes y me resultaba difícil creer que hubiera realizado miles de exorcismos”, señaló.
Dijo que su curiosidad lo llevó a pedir a un amigo teólogo que vivía en Roma que lo pusiera en contacto con Amorth y para su sorpresa, el sacerdote aceptó.
Mantuvieron su primer encuentro en abril de 2016 en Roma. Friedkin le pidió que le permitiera filmar un exorcismo verdadero y Amorth, al que le gustaba su película de 1973 por haber dado a conocer al mundo el trabajo de los exorcistas, aceptó luego de varios días de reflexión.
La única condición fue que filmará sin “troupe”, ni luces. De esa manera Friedkin fue testigo el exorcismo realizado a una italiana de menos de 40 años de edad, que por novena ocasión se sometió, sin éxito, al rito.
“Este documental es el testimonio de la experiencia vivida ese día, al lado de las opiniones de algunos de los más famosos neurólogos y psiquiatras de Estados Unidos, a los que les mostré la película”, explicó.
El resultado es un interesante trabajo de investigación, cuyo principal mérito es, quizá, el de mostrar como se realiza un rito cuya documentación visual o sonora está prohibida por el Vaticano.
Friedkin no asume posiciones unilaterales, sino que contrasta las opiniones de expertos y del arzobispo de Los Angeles para al final dejar abierta la posibilidad de la existencia de una dimensión desconocida para los simples mortales.
“Sabemos que existe el mal, como existe el bien. Aunque siempre me he considerado escéptico, creo que en el universo hay muchos misterios y muchas cosas que no comprendemos y que nunca comprenderemos. El amor también es un misterio”, dijo el cineasta.
Consideró que “es muy fácil ser escépticos”, pero remarcó que los seres humanos “no tenemos idea de lo que hacemos aquí, ni de donde venimos, ni a donde iremos”.
El deceso de Amorth en julio de 2016 impidió que Cristina, la “poseída”, fuera sometida a su décimo exorcismo y la última vez que Friedkin la vió fue en una iglesia en la que gritaba y se retorcía, mientras su novio amenazaba de muerte al cineasta.
“Fue la experiencia más aterradora de mi vida”, aseguró.