Tras la popularización de un video en el que se observa a hombres portando vestimentas vistosas mientras bailan y cargan un ataúd, se descubrió el origen de estas imágenes
A través de la red social tik tok se ha popularizado un video en el que se observa a una persona a punto de sufrir un accidente mortal cuando la toma cambia abruptamente y se observa a un grupo de hombres cargando y bailando con ataúdes mientras suena en el fondo música electrónica
Aunque pueda parecer gracioso este baile forma parte de un ritual de entierro en Ghana, donde ser portador de féretros ya es toda una profesión.
El baile que hacen al cargar el ataúd busca hacer sentir mejor a los dolientes por su pérdida.
Sin embargo no se trata de un servicio barato pues entre más portadores de féretros se necesiten o contraten y ellos porten un mejor vestuario se elevará el costo para despedir a un ser querido de esta manera.
La BBC de Londres realizó un documental en torno a esta tradición funeraria de Ghana, que se ha popularizado a través de los videos lanzados desde tik tok y otras redes sociales.
Según la investigación de la BBC para su documental los familiares de fallecidos llegan a gastar más dinero en los entierros que en las bodas.
Estos hombres, quienes portan atuendos especiales para la ocasión, llevan el féretro hasta el lugar de entierro bailando, mientras todos los ‘invitados’ al funeral los animan y despiden de manera efusiva al fallecido.
Ahí Rusell descubrió este ritual funerario del que varios hombres, sin ninguna instrucción previa u otra fuente de empleo, viven.
Varias de las imágenes de portadores de féretros que se observan en los videos de broma provienen de las grabaciones hechas por Opie Rusell, una mujer que viajó desde Estados Unidos a Ghana para asistir al funeral de su suegra en su tierra natal.
Si la familia no posee suficiente dinero para invertir en el funeral, además de acudir a préstamos también lo hacen a otros familiares que contribuyan y a sus ahorros, mientras el cuerpo del fallecido esperaría en un depósito refrigerado a la espera de un funeral en grande.