Despertar una mañana y enterarte de que tu madre está gravemente enferma, es una situación por la que nadie querría pasar. Sin embargo, ocurre mucho más de lo que desearíamos y no hay mucho que hacer al respecto. La muerte es simplemente parte de la vida, y por eso, debemos aprovechar al máximo a las personas que queremos. Dylan, un joven estadounidense de 18 años, no tiene dudas al respecto.
Se aproximaba el fin de año, comenzaban a subir las temperaturas, y con el calor aparecía el entusiasmo por la fiesta de graduación que se avecinaba. Los chicos compraban sus trajes, las mujeres sus vestidos, y todos invitaban a las personas indicadas para que fueran sus parejas. La tendencia, sin duda, fue invitar a alguien que les atrajera, pero hubo una excepción: Dylan.
Kerry, su madre, estaba enferma. Le habían diagnosticado un cáncer terminal al cerebro y hasta le dieron tiempo límite de 5 meses de vida. Entonces, él supo que ese momento quería pasarlo junto a ella. No cabía duda.
Llegó un día al Instituto del Tumor en Idaho, EE.UU., con una caja de donuts. Su madre, que estaba ahí, pensó que se los llevaba porque era la única comida dulce que no le producía náuseas, pero al abrir el envoltorio, vio que sobre los donuts estaba escrita la frase “¿Quieres ir conmigo a la fiesta de graduación?”
Ella se sorprendió muchísimo.
Cuando vio lo que su hijo estaba haciendo, no pudo evitar ponerse nerviosa.
“Le pregunte si acaso estaba seguro de ir conmigo, vieja y calva a su graduación. Él me contestó que yo sería la más linda de la fiesta”
-Kerry a Today-
Fue un momento único, sin lugar a dudas, y Dylan, quien además de invitar a su madre, pagó el traslado y una comida especial antes de la ceremonia, estaba feliz.
Al llegar a la fiesta, todos miraban sorprendidos a Dylan y su madre quienes no titubearon en ser los primeros en ponerse a bailar. Te dejamos el video del maravilloso momento.
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“Fue muy conmovedor, cuando terminamos de bailar, todas las personas se acercaron a abrazarnos”, cuenta Kerry quien, además, señaló no poder evitar pensar en que ese será el último baile junto a su hijo y que no podrá estar para el de su matrimonio. Dylan, por otro lado, dice que su madre siempre será recordada por la gran mujer que es hoy y prefiere darse el tiempo para disfrutar de cosas como la maravillosa fiesta que vivieron juntos, antes de pensar en lo que ocurrirá después.
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Post y Contenido Original de : UPSOCL
Ella entra a la sala de radioterapia. Entonces, se da vuelta y ve a su hijo con esto en la mano
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