El 8 de agosto se celebra el Día Internacional del Gato, cita obligada para con estos felinos que han acompañado a grandes personajes de la historia y han sido protagonistas de leyendas y cuentos, y ahí los tenemos, tumbados en nuestros sofás, requiriendo mimos para seguir siendo protagonistas de nuestras vidas.
El Día de los Gatos -respecto al que existen varias fechas- fue instaurado en 2002 por el Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW), como una cita dedicada a estos felinos que copan el tráfico de los vídeos de Internet.
Se trata de uno de los días más emotivos en relación con estos animales domésticos y su celebración también esta relacionada con la muerte de Socks, el gato de la familia del ex presidente de los Estados Unidos Bill Clinton en 2009, un hecho que motiva una conmemoración cada 20 de febrero.
Socks recibía más de 100.000 cartas de fans al año, que eran puntualmente contestadas por un equipo de voluntarios acompañando como firma la huella impresa de su gato.
En España la compañía Bizneo HR, dedicada al software de Recursos Humanos, ha realizado un informe en el que concluye la creciente presencia de estos animales en otros entornos, no habituales, como el laboral y señala que cada vez más las compañías están dispuestas a apostar por las conocidas como «políticas pet-friendly».
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Su responsable de comunicación, Agueda Llorca explicó a EFE el por qué dedicar este día a los gatos, puesto que ellos no solo han copado vídeos en internet sino que han empezado a ganar presencia en mútiples entornos.
Caricias para las personas mayores
Así, son muchas las residencias que acercan a gatos y perros a las personas mayores para que las caricias proporcionadas a estos animales de pelo suave sustituyan de alguna manera la falta de afecto de los seres que hasta hacía poco tiempo les acompañaban.
“Esto tiene mucho que ver con cómo haya crecido (por ejemplo, un gato recogido de la calle tenderá a mostrarse receloso mientras que otro que ha crecido en un entorno amable será todo lo contrario)”.
Tu mascota, también en la oficina
Según el informe de Bizneo HR, “son cada vez más las empresas que se plantean permitir a sus empleados llevarse a su mascota a la oficina, porque han considerado que acariciarlas reduce el estrés y mejora la productividad”.
El gato ha estado acompañando a grandes protagonistas de la historia, desde el novelista Charles Dickens, a la reina Victoria de Inglaterra e incluso al profeta Mahoma, que, según cuenta la leyenda, prefirió arrancar una pieza de tela de la manga de su túnica que en la que dormía su gata Muzza, antes que molestarla.
Incluso se dice que el presidente estadounidense Theodore Roosevelt conversaba a menudo con sus gatos Tom y Zapatillas sobre el Canal de Panamá. Y es que no es difícil terminar hablando con el gato o animal de compañía que tienes a tu lado todos los días.
La tendencia de proteger a los animales abandonados viene de lejos, en concreto, de Japón. El país nipón lleva trabajando con perros desde 1991 y empezó a incorporar mininos a la oficina hace ya casi 20 años.
Según los estudios realizados sobre la compañía de estos animales en el trabajo disminuye los niveles de cortisol –la hormona del estrés– de manera significativa. Hasta tal punto que mantienen que interactuar con ellos tiene beneficios a largo plazo sobre la salud, tanto física como mental.
El informe realizado por Bizneo HR pone de manifiesto que “en concreto, acariciar perros o gatos atenúa la ansiedad y sirve para combatir la fatiga de la propia jornada laboral”.
Compartir espacio con gatos y perros reduce el absentismo
Otro dato que revela el informe de Bizneo HR, “Mascotas en el trabajo”, es que “compartir espacio con gatos y perros reduce el absentismo e incrementa la satisfacción del conjunto de los empleados en general. Así lo aseguran 7 de cada 10 sujetos de la muestra”.
En cuanto a la raza de los gatos que están más dispuestos a vivir en una familia, entre personas y niños, Llorca se refiere a que es muy importante “comentar que en la definición del carácter del animal influye mucho el entorno”.
“Cuándo se le haya acogido en el entorno familiar (si se ha acostumbrado a los niños desde el principio o ha entrado en el hogar después), cómo le tratemos, si está acompañado o solo durante el día, etcétera”.
“No obstante existen algunas razas como el Maine Coon (le gusta el agua), el Persa (muy pacífico), el Bombay (muy extrovertido) o el Sphynx (cariñoso e ideal si hay alergias) son las más indicadas”, concluyó Llorca.