Contrario a lo que se dice, la documentalista Teresa Camou, quien presenta en Ambulante su largometraje “Sunú”, opinó que con base en su experiencia, el cine de este género tiene muchas más posibilidades que la ficción.

En charla con Notimex, la también titiritera expresó que: “siento yo que los documentalistas tenemos muchas oportunidades para exhibir nuestro trabajo en festivales, porque en la ficción tratas de ir a los festivales más grandes, luego a la Cineteca y circuitos culturales, y si te va bien tiene una semana en salas comerciales”.

No obstante, dijo, los documentales encuentran cabida en muchos festivales, donde está su nicho fuerte, su público. “Las nuevas generaciones de documentalistas están trabajando y sus proyectos son buenísimos”, anotó.

Tras mencionar que el momento que vive el documental es fabuloso, la artista señaló que hoy en día la gente está lista para cuestionarse temas fuertemente explorados por este género.

En ese sentido, celebró la oportunidad que tiene su ópera prima al presentarse en Ambulante y luego en los festivales Contra el Silencio de Todas las Voces, en esta ciudad, y en Cinema Planeta, donde forma parte de la selección oficial, siendo la única película mexicana.

Posterior a su exhibición en estos encuentros, el documental viajará a Brasil, Argentina, Irán, Estados Unidos y España.

El propósito del filme es difundir diferentes realidades sobre el maíz en el norte del país y convertirse en un instrumento de apoyo a la vida campesina en resistencia y al movimiento por la soberanía alimentaria.

El documental aborda la destrucción de la vida rural y el monopolio del alimento al exhibir el deterioro del campo, el abismo que existe entre el campo y la ciudad, la lucha de los campesinos indígenas y productores por seguir sembrando el maíz y el olvido de la sociedad sobre la importancia civilizatoria de este grano, el cual es el centro de la economía, la convivencia, la alimentación y la identidad de México.