Sexualidad | ¿A qué edad disfrutare más del sexo?
1. Has aprendido lo suficiente sobre sexo como para saber lo que es basura. Esto no quiere decir que todo el sexo que tengas cuando acabes la universidad de repente sea lo peor. Pero lo más probable es que ya haya probado personas, posturas y lugares suficientes como para saber que no quieres repetirlos. Con la edad, refinarás tu repertorio sexual.
2. A partir de los 30, las relaciones se tienen en camas de verdad. A medida que superas los años 20, las literas se unen en matrimonio, los colchones se sostienen con somieres y los asientos del coche se apoyan en cabeceros. Descubrirás lo fascinante que es tener relaciones sexuales en horizontal, con sábanas que combinan y a más de 20 centímetros del suelo.
3. Has encontrado un método anticonceptivo eficaz. Después de unos cuantos sustos, en esta edad ya habrás encontrado tu método de control de natalidad ideal. Prepárate para decir adiós a las expediciones nocturnas a la farmacia y a vigilar que él se ponga sus cositas. Como una mujer adulta, los anticonceptivos los controlarás tú basándote en tu propia experiencia.
4. Sabes lo que te gusta. Y, mejor aún, sabes cómo decirle a tu pareja lo que te gusta. Con los años conocerás mejor tus deseos más íntimos, confiarás más en tu propia sexualidad y no tendrás miedo a verbalizarla. El sexo en sí mismo no implica hablar demasiado, pero la comunicación es clave para tener una vida sexual sana, equilibrada y placentera, y esto resulta más fácil a medida que pasa el tiempo.
5. Los preliminares son necesarios. Aprendiste a hacerlo sin juegos previos porque siempre había amenazas alrededor, ya fueran tus padres volviendo a casa, o la falta de tiempo en época de exámenes. Pero también porque de jóvenes nos calentamos más rápido. Con treinta y seis, descubrirás que saltarse los preliminares es un pecado capital.
6. Será mucho más difícil acostarse con los ex de tus amigas. La época universitaria implica andar con cuidado para no liarte con el tío con el que tu amiga se lió la semana pasada. A partir de los 30 las fiestas se llenan de gente desconocida y la probabilidad de coincidir con la misma gente durante dos fines de semana es realmente escasa. Bienvenida al buffet sexual del mundo de los adultos.
7. El sexo deja de ser un drama. Quizás porque has tenido muchas relaciones y estás cansada de lo mismo, o porque tienes millones de cosas más importantes en las que pensar, la ansiedad por el sexo desaparece al entrar en la edad adulta. Los escarceos casuales puede ser realmente escarceos casuales, sin dramas. Una tranquilidad que agradecerás.
8. Hablar de sexo con tus amigas se vuelve más divertido. Cuando eres joven, hablar de relaciones puede resultar incómodo, sobre todo por la rapidez con la que vuelan las noticias, pero a los 30 los círculos sociales se diversifican y las hazañas entre las sábanas se comentan en el almuerzo sin tener que cambiar ningún nombre.
9. En general, la gente es más ‘limpia’. Ducharse a diario, recoger la casa y lavar las sábanas es algo normal en la edad adulta. Vale, puede que esto no te importe ahora, pero dentro de unos años hablamos.
10. Tendrás más (y mejores) orgasmos. Ya sea porque a los treinta tienes más conciencia de un disfrute conjunto o porque los juegos preliminares adquieren un valor extraordinario, lo cierto es que a esta edad te costará menos llegar al orgasmo. El sexo a los veinte puede llegar a ser torpe y rápido, pero en la edad adulta lo normal es que si tu pareja no cumple tus expectativas, tengas la confianza para pedir más o para pasar página.