Alfonso, un niño de dos años de edad que padece Leucemia Linfoblástica Aguda —el tipo de cáncer más común en la niñez— y su familia están en busca de una tribu que les apoye en sus esfuerzos para garantizar su tratamiento ante los efectos secundarios de esta enfermedad.
Sobre todo para cimentar un camino que se traza entre los riesgos que implica este tipo de cáncer y el objetivo para que Alfonso salga adelante.
¿Cómo podemos ser parte de esa tribu y poner nuestro granito de arena para ayudar a Alfonso?
Alfonso padece cáncer y necesita de nuestra ayuda
En Sopitas.com platicamos con la mamá de Alfonso, Elizabeth Prado, quien nos contó el proceso que el pequeño ha pasado desde antes de cumplir los dos años de edad, cuando le diagnosticaron leucemia.
Y de los esfuerzos —que sobrevivieron a la burocracia o han visto las distintas versiones de la salud pública en México— para ayudar a Alfonso.
“Apenas iniciamos con la campaña de donación de la página de donadora.org. Tenemos una meta durante 60 días, esto es a corto plazo, los gastos son muchos sobre todo porque ahorita está en una etapa que se llama de mantenimiento”, nos explicó Elizabeth Prado vía telefónica.
Esta etapa de mantenimiento se desarrolla en 120 semanas de quimioterapia. Sesiones semanales que implican quimios intramusculares, intravenosas o el proceso conocido como puerto central, “que está incrustado en su pecho y va directo al corazón”.
Además de las sesiones de quimioterapia en el Hospital Infantil de México Federico Gómez —donde el pequeño no ha padecido de ningún tipo de desabasto hasta el momento—, Alfonso tiene que tomar quimio vía pastillas y jarabes, según las indicaciones que indica el personal médico.
“Vamos en la semana 13, nos faltan ciento y pico de semanas, más o menos cuando él esté cumpliendo aproximadamente casi 4 años estaremos acabando con el tratamiento”, precisó Elizabeth.
El diagnóstico de cáncer antes de cumplir dos años
“A él lo detectaron en marzo de este año (2024), aparentemente era un niño muy sano pero, de pronto, hubo una época en que empezó a enfermar de la garganta y del estómago y la pediatra con la que le llevábamos a sus controles de peso y talla nos dijo: ‘ Se me hace que se esté enfermando muy seguido”.
Elizabeth comentó que estas sospechas tenían su raíz en el hecho de que Alfonso no estaba en guardería, sin contacto con otros niños y niñas y el cuidado estaba en casa.
La situación se convirtió en algo muy preocupante. El color de piel de Alfonso palideció y comenzaba a tener diarreas que llevaron a pensar en un primer momento que padecía de hepatitis.
No fue así. Su pediatra, nos contó la mamá de Alfonso, envió al peque a unos estudios de sangre.
Y “justo el 24 de marzo le manda hacer los estudios y esa misma tarde nos marca de urgencia: ‘Váyanse al hospital inmediatamente”, les dijo la pediatra.
Alfonso registraba un nivel bajísimo de glóbulos rojos a tal grado que si no le hacían una transfusión de sangre ese mismo día, probablemente hubiera sido fatal.
La mamá y el papá de Alfonso llegaron al Hospital Infantil de México Federico Gómez y ahí lo empezaron a tratar, aunque el diagnóstico tardó en llegar.
“A los dos días me confirmaron que tenía leucemia, pero no de qué tipo”. Y al final, nos comentó Elizabeth Prado, les precisaron que era leucemia linfoblástica
“La detectaron de bajo riesgo, no es que sea menos peligrosa sino que tiene mas probabilidad de que con el tratamiento pueda salir al final adelante”.
Los obstáculos
Para asegurar el tratamiento de Alfonso en el Hospital Infantil de México, su papá y mamá tuvieron que renunciar a sus derechos en el IMSS.
Todo porque recién desde el sexenio pasado uno de los requisitos para recibir atención en los hospitales de especialidad de la Secretaría de Salud era no pertenecer al IMSS.
Elizabeth había perdido su trabajo poco antes del diagnóstico de Alfonso y su papá Diego tuvo que renunciar a sus derechos en el IMSS —lo mismo para los beneficios de Elizabeth, quien padece una enfermedad controlada crónica degenerativa.
“Mi esposo tuvo que renunciar a la seguridad social para que pudieran seguir atendiendo a nuestro hijo en el hospital”.
Otro obstáculo en el tratamiento fue la burocracia en los juzgados. Diego y Elizabeth adoptaron a Alfonso cuando tenía 20 días de nacido y el proceso legal, la concesión de la patria potestad fue engorroso. Duró un año y medio poder liberarlo.
Y 4 meses para que les entregaran el acta de nacimiento. Si bien en el hospital el personal conocía esta situación, era importante que aceleraran el proceso del acta para que todo lo administrativo y la atención siguiera en orden. Hasta que recién la familia consiguió los papeles.
¿Cómo podemos ayudar a Alfonso?
La familia de Alfonso abrió una campaña en Donadora.org para recibir recursos para los tratamientos ante los efectos de las quimioterapias y las terapias que sumen al lenguaje y motricidad que Alfonso fue perdiendo durante las hospitalizaciones, además de los insumos para los medicamentos.
Y es que Alfonso no sólo ha atravesado por la leucemia. Otros padecimientos han cruzado en su camino por sus defensas bajas como el COVID o salmonela.
Así que nosotros podemos ayudarles para garantizar la salud y los cuidados de Alfonso —sabemos que un padecimiento así implica el consumo de muchísimos recursos no sólo monetarios.
Acá pueden checar la información y ayudar y por aquí dejamos el blog creado por su familia para conocer más del día a día de Alfonso.
Recordemos que el tipo de cáncer que padece Alfonso reside en la médula ósea, que produce muchos pero muchos linfocitos inmaduros o… que a través de su sangre, el cáncer recorre su cuerpo. Aunque la esperanza sigue y el camino es largo.
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