También conocida como Pachyrhizus erosus, la jícama o nabo mexicano es una planta mexicana que se encuentra comúnmente en muchos mercados y cocinas. Su nombre viene del náhuatl y quiere decir “raíz acuosa”. Es una planta trepadora, aunque lo que se come, se encuentra bajo la tierra. En algunas zonas de México, se le atribuyen propiedades medicinales para desinflamar el riñón y las articulaciones en humanos pero, ¿en el caso de los canes? ¿Los perros pueden comer jícama?
La respuesta es según expertos veterinarios de PetMD, es que sí, los perros pueden comer jícama. Aunque cabe mencionar que solamente pueden comer la raíz, ya que otras partes de la planta, como sus semillas y las hojas, pueden ser tóxicas por lo que es importante evitar dárselas a tu perro.
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Nutrientes de la jícama para perros
La raíz contiene muchos minerales esenciales, vitaminas y fibra. Esta fruta contiene pequeñas cantidades de vitamina B6, vitamina E, calcio, fósforo, tiamina, zinc, riboflavina, cobre y ácido pantoténico.
Además, tiene pocas calorías, pero grandes cantidades de agua y fibra, por lo que no es una golosina natural que deba ser medida para su consumo, como es el caso de otras frutas y verduras que tienen altos contenidos de azúcar.
Su contenido de fibra puede ayudar al estreñimiento en perros, ademas es una maravillosa fuente de vitamina C, que es una vitamina muy importante que actuará como antioxidante en el cuerpo de tu perro y es necesaria para muchas reacciones enzimáticas.
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Precauciones
Al ser una planta con hojas tóxicas para los perros, es necesario mantenerlos alejados de ellas. Como con todos los alimentos, es importante ofrecerlos a los perros en un tamaño adecuado para evitar asfixia. También tienen que estar 100% naturales. Lo ideal es que no contengan ningún tipo de ingrediente añadido, como sal, limón o chile, ya que estos ingredientes podrían causar malestar estomacal en tu mascota.
