La soya es una semilla de gran valor nutricional, rica en proteínas casi de la misma calidad que la de origen animal, pero más saludable. De ella se obtiene una amplia variedad de subproductos, el más popular es la soya texturizada, harina de soya, tempeh, tofu y leche que conservan la mayor cantidad de proteína, ideales para acompañar platillos, desde el desayuno a la cena.
De acuerdo con Medline Plus, la soya en la dieta es capaz de reducir los niveles de colesterol malo en la sangre y estudios científicos lo han comprobado, tal es el caso en los datos de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos que revelan que 25 gramos de proteína al día, pueden reducir el riesgo de cardiopatía, una de las enfermedades cardiovasculares más comunes.
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El argumento se debe a que los productos derivados de la soya contienen altos niveles de grasas poliinsaturadas, una sustancia suave con el suficiente poder de controlar el colesterol malo, el que obstruye las arterias y el responsable de las enfermedades del corazón. También por su aportación de fibra, vitaminas, minerales y su bajo contenido de grasa saturada.
La soya también aporta isoflavonas, un compuesto químico con una estructura similar a los estrógenos de los humanos, de ahí que se le considere uno de los mejores alimentos para las mujeres que pasan por la etapa de la menopausia. También disminuye el riesgo de padecer cáncer de mamá y de ovario.
¿Cómo aprovechar la soya en la cocina? Este alimento y sus derivados se pueden disfrutar en cientos de recetas, especialmente de las dietas vegana y vegetariana que excluyen los alimentos de origen animal como la carne, huevo y lácteos. La soya es una buena alternativa saludable para toda la familia.
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Tofu: es el resultado de la coagulación de la leche de soya, es un alimento bajo en calorías, tiene muy poca grasa y aporta ocho gramos de proteína por cada 100 gramos. Es similar al queso con textura firme y sin sabor, es perfecto para acompañar una ración de verduras o en brochetas con vegetales.
Tempeh: se obtiene de la fermentación natural de la soya y se le considera un alimento sencillo, pero una bomba de proteína, a diferencia de otros derivados de la soya, contiene más fibra y vitaminas, también es de textura firme, pero tiene un sabor fuerte. Comerlo de manera regular ayuda a reconstruir la flora intestinal y favorece el tránsito intestinal.
Soya texturizada: es libre de aditivos, químicos y colorantes, por lo tanto, es un alimento natural muy popular por lo que es muy fácil de encontrar en mercados y autoservicios. Se obtiene de la extracción del aceite del grano de soya, posteriormente pasa a un proceso de alta temperatura y deshidratación.