Seguramente en algún establecimiento de productos de belleza te has encontrado con estas mascarillas coreanas, unas láminas impregnadas con liquido que en su mayoría son sueros preparados con sustancias que ofrecen diferentes beneficios a los rostros de quienes las usan.
Estas mascarillas coreanas son utilizadas en el continente asiático desde hace varios años, pero su expansión en el mercado ha permitido que las tengamos al alcance de nuestras manos, ya que además son muy económicas y solo se necesitan 15 o 20 minutos de nuestro tiempo para aplicarlas ¿funcionan de verdad?
Generalmente, las mascarillas coreanas están hechas de fibra de algodón, hidrogel o biocelulosa, por eso son fáciles de adherirse a nuestra piel y minimizan la evaporización de los ingredientes activos que contienen beneficiando la retención de humedad, otra ventaja es que no tienes que enjuagar el rostro, ya que el suero que quede en tu cara será totalmente aprovechado.
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Hasta aquí hablamos de las ventajas que representan con todo y que pueden limpiar, hidratar, tonificar, aclarar, combatir el acné o los signos de envejecimiento hay una parte que nadie te ha dicho sobre consumir estas prácticas mascarillas, de acuerdo con Debbie Palmer, dermatóloga con sede en Nueva York, estas mascarillas solo pueden hidratarte la piel.
Otra de las desventajas es que si eres propensa a los brotes de acné no deberías usarlas (aunque haya específicamente mascarillas coreanas que atacan el acné) esto debido a la oclusión o sellado de la piel que ocurre con las mascarillas de lámina y que puede aumentar la temperatura de tu piel, de 32 a 37 grados.
También debes tomar en cuenta que las mascarillas son de un tamaño estándar, así que si tienes una cara grande, tal vez no llegue a todos los lugares de tu piel, sin mencionar que debes ser cuidadosa por el tipo de piel que tengas ya que muchas veces las mascarillas coreanas contienen dos ingredientes en una misma aplicación.
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Los expertos recomiendan que no la uses más de dos veces pues todas las impurezas que se adhieren a la lamina se quedan ahí y si vuelves a ponerla en tu rostro lo estarás contaminado, recuerda que antes de tratar con cualquier tratamiento de belleza debes consultar a tu dermatólogo.
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