Fue el 19 de diciembre de 2011 cuando a través de la resolución A/RES/66/149 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se aprobó determinar el 21 de marzo como el Día Mundial del Síndrome de Down. Durante el cual se invita a todos los estados miembros de la organización y a las organizaciones internacionales a hacer conciencia y realizar acciones concretas para abordar esta cuestión. También se les alentó a adoptar medidas competentes para que toda la sociedad haga mayor conciencia, a niveles familiares con respecto a las personas con este padecimiento.
Las personas con síndrome de Down tienen tres cromosomas en el par 21 en lugar de los dos que son lo habitual; conforme a esto se puede encontrar que también se le conoce como trisomía 21. Respecto al síndrome podemos encontrar diversas características físicas del padecimiento las cuales son: la disminución del tono muscular, el rostro plano, los ojos inclinados hacia arriba, las orejas mal formadas, la capacidad de extender las articulaciones más de lo habitual, el gran espacio entre el dedo gordo del pie y los demás dedos, la lengua de gran tamaño respecto a la boca, entre otras características.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2017 había aproximadamente más de mil millones de personas a nivel mundial que padecen algún tipo de discapacidad, 15 por ciento de la población mundial. Señaló que los números siguen ascendiendo dado el envejecimiento de la población y del aumento de las enfermedades crónicas a nivel global.
Afirmó además que se requiere mejorar el nivel de vida de las personas con síndrome de Down, debido a que los países con bajos ingresos tienen mayor número y prevalencia de personas con discapacidades.
Las personas con síndrome de Down necesitan atención médica especializada, aunado a eso la mitad de las personas con alguna discapacidad suelen tener problemas con el pago de los servicios de salud necesarios por lo que están tres veces más expuestas a que se les niegue la misma atención médica, a diferencia de una persona sin discapacidad.
Asimismo, la OMS estimó que las niñas y niños que tienen alguna discapacidad cuentan con menos oportunidades de ser escolarizados que las y los niños sin discapacidad. Mientras que en países de bajos ingresos 10 por ciento de las niñas y los niños escolarizados tiene algún tipo de discapacidad, y asciende a 60 por ciento la escolarización de niños y niñas sin alguna discapacidad, aproximadamente seis veces más probabilidades de ser escolarizado si no se tiene alguna discapacidad a que si se tiene.
Las tasas de empleabilidad se reducen en un 53 por ciento para hombres con discapacidad, así como 20 por ciento menos probabilidades de conseguir empleo para una mujer con discapacidad. Dentro de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las tasas de empleo para una persona con discapacidad, son de 44 por ciento, un poco más de la mitad que le corresponde a una persona sin discapacidad que es del 75 por ciento.
En México el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática informó en el año 2019 que aproximadamente en México 6.3 por ciento del total de la población tiene alguna discapacidad, que equivale a un total de 7.8 millones de mujeres y hombres con algún tipo de discapacidad.
CNDH.