El método Klapp puede ser una solución a la escoliosis, que es una curvatura lateral de la columna vertebral que surge con mayor frecuencia durante el estirón justo antes de la pubertad.
Mientras para algunos esta situación solamente se queda en el dolor y la incomodidad, para otros puede ser un padecimiento que amerite una cirugía. Pero ¿de qué depende el grado de dolor? Simplemente de lo serio y de lo anormal de la curvatura.
De acuerdo a la Asociación Americana de Cirujanos Neurológicos, cerca del 80 al 85 por ciento de los casos de escoliosis no tienen una causa identificable, es por eso que se necesita tener un buen método para cuidar de la espalda.
Las causas más comunes pueden ser los defectos al nacimiento, anormalidades neurológicas o condiciones genéticas, por la misma razón se identifican 2 tipos: la congénita que se liga a anormalidades de la médula espinal y la neurológica que se relaciona a anormalidades nerviosas que pueden llegar a afectar los músculos de la zona.
Algunos síntomas a parte de visualizar una S o la C en tu espalda para identificarla son:
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Un hombro más alto que el otro o que sobresalga más que su par.
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Caderas desiguales lo que se puede observar también en el movimiento de pisada.
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Una espina giratoria o rotada.
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Problemas al respirar debido a una reducción del área en el pecho.
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Dolor de espalda.
Este padecimiento se diagnostica a través del examen físico o de estudios de imagen como rayos X, tomografía, resonancia magnética o radiografías.
En cuanto al tratamiento de la escoliosios cuando la curvatura es mayor a 25 a 40 grados la AANS sugiere usar de 16 a 23 horas tirantes especializados para la condición; cuando es mayor a 40 grados se sugiere la cirugía, pero mientras esto sucede, están los ejercicios de Klapp que puden ayudar a disminuir el dolor.
El método consiste en un grupo de ejercicios de estiramiento y posturas de fuerza desarrollados por Rudolph Klapp quien observó en sus estudios que los animales bípedos y no así los cuadrúpedo padecían de escoliosis.
Entonces, se cree que posturas “más primitivas” pueden contribuir a la re-alineación de la columna vertebral.
8 ejercicios del método Klapp.
Partiendo de la postura de apoyo en 4 puntos:
1.- Arrastre lateral: mientras las rodillas y empeines son el punto de apoyo, llevar los antebrazos al suelo y permanecer ahí por un momento. O bien se puede gatear.
2.- Desplazamiento horizontal: partiendo de la postura inicial, desplazar la cadera hacia atrás para extender los brazos e intentar apoyarlos en el piso por completo al frente.
3.- Arrastre hacia el suelo: en vez de estar en cuatro puntos con apoyo de manos llevas los antebrazos al suelo acercando el pecho al piso.
4.- Conejo saltando: regresar de los 4 puntos a una posición en vertical llevando ambos brazos al cielo. Bajas de nuevo y regresas.
5.- Giro de brazo: en los 4 puntos dejar una mano apoyada y el otro brazo elevarlo, abriendo el pecho, desplazando la mano y la mirada hacia arriba.
6.- Arco grande: una pierna queda como el punto de apoyo inicial mientras que la otra, se flexiona hacia el frente, intentando llevar la rodilla al pecho contrario. El brazo de la pierna que está detrás permanece al frente alargado, mientras el contrario se flexiona, colocando la mano hacia adentro en dirección a tu rodilla.
7.- Arrastre lateral cerca del suelo: Las rodillas permanecen apoyadas y deben rotar su cuerpo hacia un lado haciendo una curvatura lateral. Mantiener unos segundos y cambiar de lado.
8.- Gran curva: en los cuatro puntos elevar la pierna y el brazo del mismo lado, extendiendo la mano al frente y el pie hacia atrás. Mantiener y cambiar de lado. Si les cuesta trabajo al inicio elevar el mismo lado por cuestión del equilibrio, puedes hacer brazo y pierna contrarios. Una vez dominado esto, se hace del mismo lado.
GQ.