Fue hace tiempo, ya no sé cuánto. Salimos de casa. Yo estaba en la ventana disfrutando del paisaje. Tú me miraste por el retrovisor varias veces. Parecías nervioso. Traté de calmarte con un ladrido, pero no me viste más después de eso. Bajamos del coche en un lugar que jamás había conocido. Olía extraño. Me quitaste mi collar. Sacaste mi pelota azul favorita. La lanzaste lejos y fui por ella, pero al regresar ya no estabas.
Empezó a hacer frío porque el sol se fue contigo. Comencé a olfatear tu olor, pero casi me atropella un carro. Me dio miedo y me escondí detrás de un contenedor de basura. Me quedé dormido. Mis estómago empezó a hacer ruidos. Tenía mucha hambre. Busqué en el contenedor croquetas, pero no había. Pensé que tal vez me habías dejado un poco en algún lado como solías hacerlo cuando nos íbamos de viaje, pero nunca las encontré.
También te podría interesar: Ver morir a esos gatitos en mis manos fue lo más duro que viví
He estado caminando todo este tiempo. A veces me da asusta llegar a lugares donde huele a comida, porque pienso que vas a estar ahí sentado y ver que no es así me duele mucho. Una señora me dio una manzana ayer. Quise guardarte un poco, pero se echó a perder, entonces seguí sin ella. Hoy encontré agua. Sabía a tierra y estaba caliente. Un carro pasó y me aventó lejos. No puedo moverme.
Le pasó lo mismo al gato que vi el día que partiste. Ya nunca se levantó. ¿Me va a pasar lo mismo? Por favor ven. Prometo ya no portarme mal. Dejaré de morder tus zapatos. No haré ruido para que no se despierte el bebé. Y si quieres, yo puedo comer lo que dejes en las bolsas que dan a la calle. Mi pecho se siente muy lento.
También te podría interesar: Perrita es abandonada por ser viejita y se vuelve famosa en televisión
Ha llegado alguien. ¿Eres tú? Se me están cerrando los ojos. No quiero llorar porque si estás conmigo ahora que no veo te puedes ir otra vez. Puedo aguantar. Escucho un ruido que viene hacia mí. Pasa a un lado y de repente escucho gritos. ¿Te pasó algo? Entonces puedo abrir un poco los ojos y en esa mirada borrosa veo a un señor igual que yo. Pensé que habías regresado. ¿También a él lo abandonaron? Ya no escucho nada. Creo que el señor se va a ir conmigo y con el gato. Si puedes, ven a visitarme.
