Según el ranking de popularidad del American Kennel Club, este peludito de cara chata se encuentra en el puesto número 28 de las razas de perros más populares del mundo. Y no es de sorprender, pues muchas familias consideran a los Pug como la mascota perfecta para tener en casa. Debido a que son muy adaptables, enormemente cariñosos tanto con adultos como con niños y sus gracias iluminan cualquier lugar. Y cuentan con una historia tan interesante como su reputación, aquí te la compartimos. 

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Las teoría sobre los orígenes de los perros Pug han sido motivo de debate por muchos años. Se sabe que es una raza que fue criada por generaciones y generaciones para preservar sus características más distintivas, por lo que se le considera un “perro artificial”, debido al enorme papel que ha tenido la influencia humana en su existencia. La explicación más aceptada es que son originarios de China, y que de ahí fueron llevados a Japón y después a Europa. 

Un perrito digno de la realeza

En la antigua China, los perros eran tratados casi como reyes e incluso se les otorgaban títulos nobiliarios a algunos de ellos. Fueron cuidadosamente custodiados en los palacios imperiales, como los fieles compañeros de los emperadores. Los monarcas de este país tenían preferencia por los perros pequeños y de cara plana (como las razas Shih Tzu y Pekinés), por lo que los criadores buscaban conservar estas características al cruzar a los perros. 

Los perros Pug eran un secreto bien guardado por la gente de los palacios, donde eran atendidos con todas las comodidades, pues eran las mascotas de los círculos más poderosos de la Corte imperial y de las clases más dominantes del país. Fueron muy populares  hasta el siglo XII y se les mantuvo ocultos de los comerciantes extranjeros; que solo podían ser adquirirlos como un regalo. 

La explicación detrás de su nombre

La palabra “Pai” llegó a usarse como el nombre de este tipo de perro. Es posible que para los oídos occidentales esta palabra fuera captada como “Pug”, misma que en 1731 se estableció en diccionarios como un apodo para un nombre para un mono o un perro. En esa época, los monos titíes eran muy populares como mascotas y la cara aplastada de los perros Pug probablemente ocasionó que compartieran el mismo nombre. 

Otra versión dice que el nombre se originó a partir de la palabra latina “pugnus”, que significa “puño” en latín; debido a la forma de la cara de estos canes. En Francia, el nombre que fue utilizado fue “carlin”, en honor a un famoso actor del siglo XVIII y debido a la “máscara negra” en el rostro de los Pug. Se cree que por eso a estos perros también se les conoce como “carlinos”. 

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Introducción en Occidente

Es generalmente aceptado que los Pug llegaron a Europa en los barcos de los comerciantes que llegaban a Hong Kong, por ejemplo. Estos canes han sido especialmente asociados con los Países Bajos (territorio de cuya casa real son las mascotas oficiales), debido a que se considera que la Compañía Holandesa de las Indias Orientales fue la responsable de transportar a estos canes, junto con otros perros como el Pekinés, de China a Europa. También se cree que se extendieron por el continente europeo a través de Rusia.

Y Europa sería el punto de partida para que estos perros carlinos se expandieran por todo el mundo, creando una reputación para sí mismos y una popularidad que permanece hasta la actualidad. Entonces, si tienes un Pug en casa, ahora ya sabes que cuentas con un pedacito de la historia de China y una herencia de los poderosos emperadores de esa nación.