La administración de Joe Biden ha decidido reabrir un centro de detención para menores en el estado de Texas. Esto ha suscitado las críticas contra el nuevo gobierno pues, en su discurso oficial, se ha comprometido a dar un trato “humano” a los migrantes.
Por su parte, la Casa Blanca se ha defendido en contra de estas acusaciones. Su argumento es que la llegada a la frontera de miles de jóvenes en plena pandemia ha obligado a adoptar esta medida “temporal”.
Mientras tanto, más de 6 mil menores no acompañados que llegaron a la frontera sur se encuentran bajo custodia del Departamento de Salud de Estados Unidos. Las autoridades aseguran que los niños recibirán un trato de acuerdo a los protocolos establecidos en la ley estadounidense.
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, en enero de este año, más de 5 mil 700 menores no acompañados llegaron a la frontera Estados Unidos con México.
Miles de ellos están bajo la tutela del Departamento de Salud en instalaciones provisionales de reasentamiento. Una de ellas es un centro de detención para niños que funcionó durante el gobierno de Donald Trump.
Miles de menores siguen llegando a USA
Según Jennifer Podkul, representante de la organización Niños en Necesidad de Defensa (KIND, por sus siglas en inglés) la llegada de estos menores es consecuencia del veto de una ley de Trump. Y es que, en noviembre de 2020, un juez federal anuló las políticas de la administración Trump que daban luz verde a la deportación de menores.
“No es que de repente haya más niños llegando, es que los tribunales volvieron a abrir la válvula. Es como antes, cuando un niño no acompañado podía caminar hasta un funcionario fronterizo y pedir ayuda, pedir protección, y luego ir a un refugio del Departamento de Salud”, contó Podkul a Voz de América.
La activista también explicó que es “responsabilidad de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) encontrar rápidamente un patrocinador para los niños”. De esta forma, los menores vivirán en un hogar y no bajo la custodia del gobierno mientras sus casos avanzan en la corte de inmigración.
La Oficina de Reasentamiento de Refugiados dijo a Voz de América que se toma “muy en serio” ese proceso. También dijo que espera que la mayoría de los niños sean reacomodados en aproximadamente 30 días.
Además, la agencia explicó que en cuanto los menores llegan a manos del gobierno comienza el proceso de encontrar a un patrocinador en USA. En la mayoría de los casos, estos patrocinadores son familiares o parientes que viven en el país.
Algunos de estos menores estarán en una instalación temporal, la cual tiene capacidad para alojar a 700 niños de entre 13 y 17 años. Dicha instalación se encuentran en Carrizo Spring, Texas, a 138 kilómetros de la frontera con México. El lunes, este centro recibió al primer menor de edad, según un comunicado del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
Hasta el 20 de enero, más de 4 mil menores estaban bajo custodia del Departamento de Salud. Pero, para el 18 de febrero, el número aumentó a 6 mil 800.
La Casa Blanca: “No son niños en jaulas”
Legisladores del Partido Demócrata criticaron la decisión del gobierno de Biden de reabrir las instalaciones para alojar a menores de edad.
“Sin importar quién esté en la Casa Blanca, las palabras ‘instalaciones migratorias para niños’ no deberían estar en el vocabulario de nuestro gobierno”, escribió en su cuenta de Twitter el representante Jamaal Bowman.
Por su parte, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, defendió la posición del gobierno. Ella argumenta que las instalaciones provisionales de Carrizo se reabrieron porque la capacidad de alojamiento de la ORR se ha reducido con la pandemia.
“Es la política de este gobierno no expulsar a menores no acompañados”, explicó la portavoz. También agregó que “no son niños en jaulas” cuando un periodista recordó las críticas que Biden y Kamala Harris hicieron a la política fronteriza del gobierno de Trump.
Mientras tanto, la Casa Blanca insiste que los inmigrantes no deben llegar a la frontera sur en este momento. Los funcionarios insisten en que las condiciones no son adecuadas por la pandemia. Además, todavía se está trabajando en la reformulación de un sistema migratorio “justo” y “humano”.
Parte del liderazgo republicano critica el enfoque de la administración Biden. Asegura que sus políticas exacerbarán una crisis humanitaria y de seguridad en la frontera sur.