Arturo Callejo-enero 18, 2021
En el primer día de la segunda reapertura de miles de restaurantes en el Estado de México, el panorama para los empresarios del ramo fue desolador, pues, al no contar la mayoría de los negocios con terrazas al aire libre o zonas abiertas, los empleados tuvieron que sacar mesas y sillas sobre las banquetas o pasillos de los Portales de Toluca y sus alrededores, aunque la respuesta de los comensales no fue la esperada.
Y es que, por disposición del gobierno estatal y derivado de la pandemia de COVID-19, a partir de este lunes y en semanas subsecuentes, el cierre de restaurantes se deberá llevar a cabo hasta las 18:00 horas y, para poder funcionar, las mesas tienen que estar a una distancia de metro y medio entre cada una, con capacidad para cuatro comensales por mesa como máximo, aunado a las medidas sanitarias como el contar con un tapete sanitizador a la entrada, colocar gel antibacterial a los visitantes y el uso obligatorio de cubrebocas, entre otras.
En el centro de Toluca, las mesas y sillas que rodean las alacenas donde se venden diversos antojitos mexicanos, se mantienen inhabilitadas con cintas de plástico, mientras que los pocos restaurantes que están a un costado de la Plaza González Arratia, sí pudieron sacar sus mesas y sillas, pero lo que faltó fue gente para consumir los alimentos.
De acuerdo con Alejandro Rayón Montes de Oca, presidente del Patronato Pro-Centro Histórico de Toluca, solo 10 restaurantes del centro toluqueño tienen terraza, mientras que al resto de los empresarios del ramo les es complicado invertir en éstas, luego de las pérdidas que han tenido por el cierre de sus negocios a raíz de la pandemia.
Al preguntarle a Raúl, mesero de uno de los restaurantes ubicado al interior de los Portales, sobre qué tan complicado fue el primer día de reapertura, comentó que siente que la gente tiene miedo a contagiarse.
“Sí cuesta trabajo de convencer a la gente que entre y consuma, a pesar de que este restaurante tiene terraza y se está dando prioridad el poner mesas en los balcones. A pesar de que contamos con todos los protocolos de seguridad sanitaria, la gente siento que piensa que mejor no viene porque se vaya a contagiar o cosas así, pero tenemos que cuidarnos nosotros y a la clientela más que nada, hay miedo entre la gente”, expresó.
Los restauranteros en el Estado de México confían que, en próximas fechas, sus ventas “levanten”, para irse recuperando económicamente de las pérdidas que les ha dejado la pandemia hasta el momento.