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jueves, septiembre 19, 2024

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Memoria digital

Si a los inicios de este año hubiéramos anticipado que sería decisivo en el proceso de digitalización de la humanidad ante la pandemia de SARS-CoV-2, difícilmente hubiéramos puesto nuestra atención hacia dicho proceso, y, gran parte de los acontecimientos hubieran transcurrido tal cual sucedieron, sin que se notara alguna diferencia de nuestra intervención, ya que en este año, frente a la prospectiva de la posmodernidad presente se desnudó nuestra tecnificación incipiente.

Reconozco que frente a los inicios de la pandemia, fui de los que sobrestimó los alcances de los resultados de la tecnología para hacer frente a dichas problemática, parte porque el desarrollo tecnológico no ha avanzado al nivel que se pregona en las soluciones comerciales y, parte debido a que la sociedad no ha logrado un avance tecnológico significativo en su conjunto, que permita generar una respuesta coordinada frente a un problema común.

Sin embargo, en nuestra memoria quedará el año 2020 como aquel en el que la digitalización se volvió parte de nuestras vidas de manera práctica, en el que nos decidimos, por necesidad, a migrar de las actividades presenciales a las reuniones virtuales con un alto grado de eficiencia, al punto que en el plano del sector servicios al parecer pudo continuar sus actividades de manera normal a través de medios remotos, y, en el que los demás sectores, descubrieron las brechas y las oportunidades en sus sectores para evitar que este tipo de eventos les afecten en su capacidad productiva.

Adicionalmente, si bien el desarrollo de una nueva vacuna en tiempo récord ha provocado que en menos de un año a partir de la identificación del brote del virus ya se empiecen a aplicar las primeras dosis que permite generar expectativas de una normalidad parecida a la anterior, el tiempo, pareciera insuficiente conforme al ritmo de vida que exigió una respuesta a partir del mes en el que se paralizaron las actividades comunes, a partir de la desinformación que tuvo un efecto por demás pernicioso, al inhibir el desenvolvimiento de la dinámica social frente a la ausencia de un liderazgo técnico-político que brindara respuestas sobre las opciones relativas a la reanudación de actividades con el menor riesgo posible.

En ese proceso, adicionalmente valdrá la pena contabilizar de uno a tres meses que representaron una parálisis total a partir de la falta de una guía que permitiera afrontar con una mayor eficacia el escenario frente a una pandemia, que al cabo de los hechos, cobró más vidas de las adecuadas, gracias a la indebida apropiación de la información que permitiera alertar a los usuarios acerca de los protocolos óptimos para poder desarrollar las actividades disminuyendo los riesgos de contagio, al punto de que grandes sectores de la población no lograron identificar los riesgos asociados a la enfermedad, al grado en el que entre la incertidumbre, la duda y el cansancio provocado por el confinamiento no lograron integrar una estrategia eficaz que permitiera a las personas en el tiempo identificar las actitudes a adoptar en un periodo largo.

No obstante, a diferencia de ocasiones anteriores el aprendizaje de este año, valdrá por mucho cualquier aspecto negativo que hubiéramos advertido durante el desarrollo de la pandemia, que hará reivindicarnos por esas bajas de la desorganización, a partir de la memoria digital la cual, con independencia de que hubiéramos o no registrado el aprendizaje, los medios de esta época contarán con una memoria fiel de lo acontecido, a fin de que, como podrá sorprendernos en un breve tiempo, el aprendizaje de lo vivido y lo sufrido sean los cimientos de un futuro – presente mejor.

Porque de la dimensión de lo ocurrido este año logramos advertir la necesidad del cambio que requeríamos como persona, seguro estoy que ese aprendizaje nos ha preparado para una mejor realidad, en la que sin duda el año 2021 nos representará una serie de desafíos en la reconstrucción de una sociedad más fuerte, que seguramente valdrán la pena en una nueva época para todos nosotros.

Gracias por todo lo aprendido en este 2020, porque nos ha preparado para un mejor 2021, les deseo, estimados lectores, que la dicha, el amor y la prosperidad les encuentren en el siguiente año y que la magia de la vida les muestre el camino hacia una vida en plenitud.

Hasta la próxima, nos vemos en el 2021, seguros de que juntos, haremos un gran año y en ese tramo, la gestión de la privacidad será nuestro mejor herrramienta.

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