Estados Unidos está oficialmente en una recesión, poniendo fin a un histórico crecimiento económico de 128 meses, después de que la pandemia de coronavirus arrasó el país y cerró la economía.
Durante más de una década, la economía estadounidense pareció contradecir el dicho: “Lo que sube, debe bajar”. Eso terminó en febrero, según la Oficina Nacional de Investigación Económica, la agencia que identifica los períodos de crecimiento y contracción económica.
- La expansión económica habría cumplido 11 años este mes, un lapso sin igual en la economía de posguerra.
El NBER señaló que el pico trimestral fue el último trimestre de 2019. El PIB cayó un 5 por ciento en el primer trimestre de 2020, y los analistas predicen que la caída en el trimestre actual probablemente sea históricamente pronunciada. Una herramienta de seguimiento de la Reserva Federal de Atlanta estima actualmente una caída de casi el 54 por ciento para el trimestre.
“Marzo representó una gran contracción, y esa contracción fue lo suficientemente significativa como para compensar el crecimiento en enero y febrero”, dijo el analista financiero jefe de Bankrate.com Greg McBride. “Eso realmente subraya la parada significativa y repentina en la economía porque los bloqueos ni siquiera se iniciaron el 1 de marzo”, dijo. “Entonces, en realidad, fueron las últimas dos semanas del trimestre”. La velocidad vertiginosa de la caída en esas últimas semanas fue suficiente para cancelar el resto de un trimestre robusto.
“Este era un mercado de recesión-bajista-oso hecho por el hombre donde, en cierto sentido, casi no había incertidumbre sobre lo que nos iba a pasar. La única pregunta era qué tan profundo iría”, dijo Sam Stovall, estratega jefe de inversiones de CFRA Research.
La velocidad del anuncio del NBER es otra dinámica inusual. Si bien la regla general habitual para definir una recesión es dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo del PIB, esa no es una regla estricta.
“De alguna manera, no es una sorpresa que el NBER nos haya dicho que estábamos en recesión más rápido que en cualquier otro momento anterior”, dijo Stovall.
El Comité de Citas de Ciclo de Negocios del NBER explicó en un comunicado que las circunstancias atenuantes que rodearon este colapso económico fueron tan históricas que se justificó hacer una excepción.
“La magnitud sin precedentes de la disminución del empleo y la producción, y su amplio alcance en toda la economía, garantiza la designación de este episodio como una recesión, incluso si resulta ser más breve que las contracciones anteriores”, dijo.
A pesar de la velocidad y la gravedad del choque, Stovall sugirió que un rebote podría ser rápido. “Parece que estamos fuera de peligro debido a la tremenda velocidad y cantidad de estímulo fiscal y monetario”, dijo.
