George Floyd, el hombre afromericano cuya muerte a manos de un policía blanco ha sido el detonante de las protestas de la última semana en Estados Unidos, dio positivo por COVID-19 el 3 de abril, casi dos meses antes de fallecer ya sin síntomas, según nuevos datos de la autopsia difundidos la noche de este miércoles.
Sin embargo, esa enfermedad no estuvo entre los factores que causaron su muerte, de acuerdo con el informe completo de su autopsia, difundido a última hora del miércoles por la oficina del forense del condado de Hennepin, Andrew Baker, y reproducido por la prensa local, indicó el portal de la revista Quién.
Floyd, un hombre negro de 46 años, murió asfixiado durante una detención policial, en la que el oficial Derek Chauvin le presionó con su rodilla el cuello durante nueve minutos.
Chauvin, que la semana pasada fue acusado de homicidio involuntario, será procesado además por homicidio sin premeditación, un cargo que se sumó a los existentes y que conlleva penas más severas.