No cabe duda que estamos tratando con un hombre necio. Antes que ser presidente, Andrés Manuel López Obrador es un adulto mayor de 66 años que ya es bastante necio. No es insulto. De los adultos se dice que se vuelven así con la edad, y, según la experiencia cotidiana, esto parece bastante cierto.
No es solamente que sea necio por ser grande, claro. Ademas es hombre y mexicano. Esta hecho a la antigua y así es su presidencia. Bartlett y otros dinosaurios le acompañan.
La próxima semana, con la pandemia a todo lo que da, el presidente retomara sus giras por el país.
Si bien finaliza en unos días la Jornada Nacional de Sana Distancia, esto no quiere decir que vayamos a volver a la normalidad.
De hecho no hay normalidad y esa es la causa de todo esto. Sobre-explotamos los recursos naturales y el respeto por la vida animal no existe mucho. Ni por la misma vida humana, para que vayamos maso-menos entendiendo.
Que mal ejemplo el de Obrador que apenas terminando el confinamiento el ya este preparando maletas para viajar por territorio nacional.
Entiendo que quiera reactivar la economía. Esta por lo suelos y mucha gente no tiene trabajo, a otros les están pagando la mitad, y algunos otros, los menos, somos privilegiados de conservarlo intacto.
Con sus viajes, la gente tiene una razón para decir que ya se puede viajar.
La realidad es que México llegó, al corte del 27 de mayo, a 8 mil 597 muertes por Covid-19, con 78 mil 23 casos de contagios confirmados de coronavirus, según informaron autoridades de la Secretaría de Salud.
Este miércoles es el tercer día con mayor registro de defunciones en México, luego del 26 de mayo, cuando se registraron 501, y del 22 de mayo, con 479 muertes.
Y así, contra todo, el próximo lunes Obrador pondrá el mal ejemplo de que ya podemos viajar.