Ante la pandemia de COVID-19, las artesanas mexicanas se han dedicado a diseñar y crear cubrebocas con bordados típicos de sus respectivas regiones.
En Amealco, Querétaro, un grupo de artesanas han tenido que dejar de lado la elaboración de las típicas muñecas otomíes para confeccionar y comercializar cubrebocas bordados con un toque de la cultura otomí.
“Al vernos en la necesidad de que no hay dinero para cubrir algunos gastos, entonces se pensó en los cubrebbocas por la contingencia pero también para colaborar en la salud de todos”, explicó Isabel Pascual, una de las artesanas, en Noticieros Televisa.
Los cubrebocas elaborados en esa región son de lino, por lo que son lavables y reutilizables; tienen una doble cubierta para proteger del polvo, polen y demás bacterias, además de contar con un clásico bordado de la cultura otomí.
En tanto, desde Hidalgo, Norma Gallegos Santos diseña vestidos y mantas, pero también mascarillas, con bordado de Tenango.
Estamos elaborando cubrebocas, la verdad lo inicié en vista que las ventas bajaron mucho a raíz de esta contingencia… un cliente me preguntó si hacía cubrebocas y le dije que sí, ¡claro! Me puse a trabajar en ellos y se los hice. La señora quedó encantada, me dijo ‘muchas felicidades, le quedaron muy bonitos, acá todas mis amigas me pidieron, ¡haga más!”, indica Norma Gallegos, que maneja la cuenta Bordados Tenangos en Facebook.
Las mascarillas hechas por Norma Gallegos cuentan con dos capas: un filtro, una capa de algodón y la manda bordada. Y son lavables, apunta. También realiza envíos.
Sinibí Jípe, una marca conformada por mujeres rarámuri que elaboran ropa para preservar su cultura, también ha comenzado a confeccionar mascarillas.
A través de su cuenta de Instagram, las artesanas han compartido sus avances creando estos cubrebocas e incluso han hecho videos de cómo funcionan estos ante un estornudo.