Autoridades localizaron un cuarto de La Unión Tepito donde supuestamente se realizaba tortura
Personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) en conjunto de la Policía de Investigación (PDI) hallaron durante la noche del martes, lo que se supone que es un cuarto de tortura utilizado por miembros del grupo delictivo La Unión de Tepito.
El cuarto fue localizado durante un cateo ejecutado en una vecindad de la calle Jesús Carranza, en el Barrio de Tepito.
Los agentes en el interior del cuatro encontraron ahí restos de sangre en el piso y en las paredes.
En algunas partes también se encontraron huellas de los tenis de quienes estuvieron ahí y caminaron sobre ellas, además de un sillón roto, un cartón ensangrentado, papeles manchadas también fueron hallados.
Agentes que llevaron a cabo el operativo, sospechan que ahí eran llevados comerciantes que se negaban a pagar extorsiones o rivales de La Unión Tepito.
Cabe mencionar que no es la primera vez que los investigadores se encuentran un cuarto similar, ya que en el 2017 se había localizado un departamento en el Peñón 71, también con rastros similares de sangre en el piso , además de rollos de cinta canela.
Los agentes lograron rescatar a un joven que se encontraba cautivo.
De acuerdo con los informes, desde hace una semana, los elementos policíacos comenzaron las indagatorias en el lugar, luego de que se descubrieron que departamentos que ya se habían asegurado tiempo atrás, estaban de nueva cuenta en operación.
A pesar que la Fiscalía contra Narcomenudeo les había colocado sellos y candados, los miembros del grupo delictivo se los quitaron y pusieron sus propias cadenas para que solo ellos pudieran entrar.
En los departamentos, los agentes localizaron alrededor de 40 kilos de distintas drogas, detuvieron a tres personas, dos hombres y una mujer, que estaban cuidándolos.
Los vecinos aseguraron que en esa vecindad suele acudir uno de los líderes de extorsionadores de La Unión Tepito, identificado como “El Barbas”, quien supuestamente les cobrara cuarto a los vendedores de dulces, a los vendedores de tamales, además de pedirles renta, quienes si se negaban a realizar el pago, eran torturados y forzados a que sus familiares dieran el dinero.