Cuatro mujeres. Cuatro fuerzas distintas que encontrarán sus coincidencias para hacer comunidad. Lo que poco a poco comienza a verse en la industria del entretenimiento: “Creo que la manera en cómo nos miran es con lo que definen el poder de las mujeres. Si las personas no creen que lo tenemos, si la cultura nos dice que no tenemos elementos, nos hace invisibles. Eso es lo que amo de estas mujeres, que ninguna cree en esto. Estaban casadas con hombres que eran unos fracasados, y cuando éstos mueren, ellas deben hacer sus vidas. Usan su fuerza, su inteligencia y fortaleza…”, me dice Viola Davis en entrevista en el set de ésta, su nueva película. La ganadora del Oscar protagoniza junto a Michelle Rodríguez, Cynthia Erivo y Elizabeth Debicki una historia que incluso ellas no soñaron que llegaría a sus manos.

Viudas, dirigida por Steve McQueen, también reconocido por la Academia, recupera la historia de la serie de televisión de 1983, porque ahora, dice, es el momento: “Recuerdo lo que significó para mí ver a estas cuatro mujeres lograr algo que la gente nunca pensó que podrían, y tuve un pensamiento con mi propia experiencia: me refiero a un niño de trece años, un hombre negro que crecía en Londres, y yo tenía el tipo de expectativas similares que me generaron otras, como le sucede a estas mujeres, de que no podrían lograr o incluso pensar que lograrían lo que finalmente lograron. Y tuvo un gran impacto en mí…”. Ahora, de la mano de otra mujer, Gillian Flynn, una pluma aclamada con su bestseller Perdida, que también se llevó al cine. Ambos, McQueen y Flynn, los responsables del impacto que Viudas provocó desde que era tema de conversación en los pasillos de la industria: “Cuando se anunció por primera vez que se trataba de una película sobre un robo, había personas que decían: “Ummm, ¿mujeres en una película de robo? No sabemos qué tanto funcione…”, asegura Cynthia Erivo, otra de las actrices del elenco.

¿Qué tan cómoda resulta una historia como esta en un mundo que parece resistirse a aceptar esa otra mitad suya, tan potente? La respuesta a esta pregunta dibuja la que ha sido la gran ausencia en la cultura, en la vida en general: pocos espacios hay para mujeres que hacen comunidad. Vemos películas, leemos libros e, incluso, textos académicos donde hay hombres formando un colectivo, pero nunca mujeres. “Nunca y podría añadir que nunca sobre mujeres de color, especialmente de mujeres afroamericanas (…) Y esto fue algo que Steve McQueen quiso hacer: pudo elegir a cualquier otra actriz, porque mi personaje, Verónica, no tenía una raza definida, pero me escogió a mí…”, me agrega Davis, convertida hoy en un icono del poder femenino.

La cinta, es más que un retrato de ficción de cuatro mujeres que se enfrentan a sí mismas para, después, juntas y cada una en su entorno, ocupar su lugar, ese históricamente tan negado: “Porque al hombre se le dio una vara de poder, por lo tanto, mientras vivas en un sistema patriarcal, buscas una vara de poder para formar una familia, mantenerte segura. Pero hoy sabemos que esto nos lastima, por eso ahora necesitamos energía femenina en la sociedad, para pensar como una comunidad nuevamente y cuidar nuestro planeta…”, responde Michelle Rodriguez cuando le pregunto sobre las pocas veces que vemos a mujeres como el centro, como las protagonistas de su propia historia: “¿Sabes quién lo entendía muy bien? Virginia Woolf. Ella dijo una frase que encuentro muy interesante: “Las mujeres no tenemos nacionalidad, somos ciudadanas del mundo”, y creo mucho en eso…”, agregó. 

Viudas se estrena mañana en salas de cine del país. Y su mensaje es uno: “Uno siempre pone más peso a la sexualidad de alguien, en lugar de ver lo que realmente somos: seres humanos, personas. Y es por eso que estoy muy orgulloso de esta película, de esta imagen: ver a estas personas, a estas cuatro mujeres, así, como seres humanos…”, asegura McQueen. Es momento de entender esto, de hacerlo una realidad.

Y tras ver la película y sostener estas conversaciones, no pude evitar pensar en mi país. Con la cantidad de muertos por el crimen organizado, México también es un país de viudas. Muchas. Demasiadas…