McDonald’s Australia lanzo hace un tiempo a subasta en eBay una botella de su “salsa especial” del famoso Big Mac. Coincide con un contexto difícil para el líder mundial de comida rápida que ve cómo sus ventas están cayendo.
La botella de 500 ml de esta salsa, siempre descrita como secreta, es “una de las 200 producidas en todo el mundo que no se vende en restaurantes, lo que la hace única”, dice McDonald’s en la descripción que acompaña al producto.
La totalidad del importe recaudado, según el anuncio, será donada a las casas australianas de la Fundación Ronald McDonald, creada por el grupo estadounidense.
“Durante demasiado tiempo, la salsa especial ha permanecido encerrada en una deliciosa hamburguesa, pero la hemos puesto en libertad. Así que deja de lado la mostaza, mayonesa o salsa de tomate, porque nada sabe mejor que el Big Mac”, escribe McDonald’s junto a esta subasta, que finalizo el 11 de febrero.
McDonald ha apartado a su CEO, Don Thompson, con la esperanza de impulsar las ventas, mientras se enfrenta a una dura competencia en Estados Unidos, su principal mercado.
La asistencia a restaurantes disminuyó un 3,6% en todo el mundo el año pasado y la caída de las ventas ha continuado en enero, como ya ha advertido el grupo.
La cadena está tratando de relanzar sus ingresos, por ejemplo mediante la simplificación de su carta en Estados Unidos, donde se ha pasado a ofrecer de 16 a 11 menús.