Meghan Markle ha sido criticada desde un comienzo de su noviazgo con el Príncipe Harry por el calce de su ropa. Aunque ciertas veces le apunta, la mayoría de sus atuendos la ha convertido en blanco de fuertes críticas en redes sociales.
Incluso, el mismo día de la boda real, mientras millones de personas sintonizaban el enlace por televisión, se comentaba que el calce del vestido de Givenchy le quedaba fatal. “Se está ahogando en ese traje”, “¿dónde está su cintura?”, fueron algunos de los comentarios. Y para el vestido de la recepción, de Stella McCartney, la atacaron por lo mismo.
Pero lo cierto es que no es un error de calce, como muchos piensan. Está clarísimo que Meghan prefiere la ropa holgada, y su estilista le aconseja así para disimular el cuerpo cuadrado sin curvas ni cintura que posee la exactriz.
Y su aparición pública en Royal Ascot, la primera como duquesa, demostró que no solo prefiere la ropa grande, sino también los zapatos. Para esa ocasión vistió nuevamente de blanco de Givenchy; un vestido estilo blusón largo con botones en frente y un cinturón delgado negro en la cintura.
Acompañó el look con un sombrero blanco y negro, y con unos stilettos muy clásicos (por no decir pasados de moda) que eran al menos una talla más grande que la que le corresponde.
Pero lo cierto es que no fue un error de su estilista haberle apartado unos zapatos de talla más grande. Si recapitulamos los looks pasados de Meghan, veremos que en todos coincide lo mismo. Los talones se le ven volando.
La experta en moda Harriet Davey explicó la razón a The Sun:
“Las celebridades generalmente usan una talla más, o incluso dos, en el departamento de zapatos cuando asistirán a un evento o una alfombra roja y es por una razón que todos nos podemos relacionar – para evitar las ampollas. No hay nada peor que zapatos incómodos y cuando celebridades como Meghan están mucho tiempo de pie en tacones, sus pies pueden hincharse“.
De todas formas, aunque tenga lógica, es un poco raro porque Meghan y su estilista saben que su apariencia será el centro del ojo público y, por ende, debe verse impecable. Hay otras formas y trucos de aliviar la hinchazón e incomodidad en los pies, pero acudir a una talla más grande se ve terrible.
Además a Meghan no le sienta para nada usar tacones de tallas más grandes porque tiene unas pantorrillas muy pero muy delgadas, y zapatos tan grandes lucen desproporcionados.
Pero aparte de antiestético es peligroso, porque le hace perder el equilibrio…sino recordemos el traspié que tuvo en la boda de la prima de Harry. Menos mal tiene a un príncipe que la sostenga…
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Source: UPSOCL