En las últimas horas, autoridades del actual gobierno de Estados Unidos han informado sobre la reunión de 522 menores de edad con sus padres, sin embargo aseguran que siguen trabajando para reubicar a los más de 2.000 niños que coexisten al interior de centros de internación. Conforme al paso del tiempo y a raíz de decenas de testimonios, el temor de las familias afectadas sigue acrecentándose, especialmente luego de las declaraciones del ex director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE), John Sandweg.
En conversación con NBC News, Sandweg manifestó sus preocupaciones en torno a las políticas migratorias implementadas por Donald Trump, y aseguró que algunas de las separaciones familiares podrían prolongarse de forma indefinida y/o permanente. Una de las razones más predominantes para afirmarlo, alude a que la deportación de los padres suele responder a un proceso rápido y prioritario para los tribunales de justicia estadounidenses, mientras que la expulsión de niños y menores de edad puede ser desestimada durante años por los magistrados.
Quien estuvo a cargo del tutelaje del servicio, bajo el mandato de Barack Obama, esgrimió que a raíz de la vulnerable situación económica que vive la mayoría de los inmigrantes que decide emprender rumbo hacia Estados Unidos, muchos no poseen los recursos suficientes para trasladar a sus hijos hasta su país de origen, hecho que permite que la separación sea incluso permanente.
Pese a los comunicados oficiales que emergen desde la Casa Blanca, la situación real de las familias inmigrantes que fueron forzadas a separarse continúa agravándose con el pasar de los días. La incertidumbre que inunda a los padres afectados, se suma a la imposibilidad de acceder a asesorías legales que los ayuden a acelerar el proceso o incluso a entender el sistema de inmigración o judicial de Estados Unidos.
Y es que el paso del tiempo desencadena que los menores de edad sean percibidos como huérfanos, a raíz de lo cual son dispuestos en las largas listas de espera de niños que aguardan la llegada de una familia adoptiva. De ser adoptados por alguna potencial familia estadounidense, la posibilidad de rastrear el paradero de éstos se vuelve aún más engorroso para los padres biológicos, quienes para ese entonces habrán sido expulsados del país.
“El sistema podría estar creando miles de huérfanos inmigrantes en Estados Unidos”
Además de las brechas legales a las que deberán enfrentarse los padres de los menores, la realidad que tiene a muchos niños sin la identificación que les corresponde, genera que el reencuentro se vuelva aún más difícil de lo que muchos creen. Decenas de testimonios de madres ponen de manifiesto el engorroso proceso que experimentar al intentar hablar por teléfono con sus hijos, a raíz de que muchos yacían sin sus nombres, ni la identidad de sus padres.
Sandwef explicó que los procesos de deportación de adultos y niños suscitan prioridades completamente opuestas para los tribunales de justicia que se ocupan de estos casos. Expulsar oficialmente a un adulto suele concretarse en un par de días, mientras que la deportación de un niño tiende a ser un trámite sin urgencia para los jueces, quienes (presuntamente) prefieren extender su estadía en los centros de internación para que éstos posteriormente puedan ser adoptados por familias estadounidenses.
“El sistema podría estar creando miles de huérfanos inmigrantes en Estados Unidos, los cuales podrán ser elegibles para la ciudadanía cuando sean adoptados”, agregó.
El ex jefe del Servicio sostuvo que a pesar de que las políticas migratorias actuales presentan inconmensurables diferencias con las de gobiernos anteriores, él fue testigo de la separación permanente de algunas familias inmigrantes en el pasado, lo que le entrega veracidad a su hipótesis.
“Esta es la razón por la que la unidad familiar fue fundamental para nosotros. Con el número de familias que se cruzan, la administración de Obama estaba preocupada por que los niños se quedaran atrás”, dijo Sandweg al hablar sobre la veracidad de la información exteriorizada por la Directora de Comunicaciones Estratégicas de la Casa Blanca, Mercedes Schlapp, quien insistió en que las separaciones se prolongarán entre 5 y 10 días.
“Hemos llegado a entender que estas familias que están separadas, es por un período de tiempo limitado entre cinco y diez días”, dijo Schlapp, declaraciones que han generado un sinfín de repercusiones, especialmente por parte de quienes aún no obtienen respuesta.
Source: UPSOCL