Anaya dijo que se trata de una “estrategia orquestada e impulsada por el gobierno de Enrique Peña Nieto” para dañar su candidatura porque esta semana llamó “corrupto” al mandatario.

“Me atacan porque… repetí que cuando yo sea presidente sí me encargaré de que enfrente la justicia y, de resultar culpable, vaya a la cárcel”, aseguró en un video divulgado poco después de aparecer la grabación en la que se ve al supuesto hermano de un empresario vinculado con Anaya conversar con otras personas sobre aparentes procesos para evadir dinero y presuntamente utilizarlo en la campaña.

Anaya subrayó que todo es “totalmente falso” e insistió en que los ataques en su contra se deben a un supuesto pacto entre el favorito en las encuestas, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador y el propio presidente. “Peña Nieto le ayuda a López Obrador atacándome a mí, que soy el único que le puede ganar, y a cambio López Obrador ya se comprometió a perdonarle todo”, explicó.

El secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, rechazó “enérgicamente” en su cuenta de Twitter que el Ejecutivo intervenga en el proceso electoral y, sin mencionar a Anaya, pidió a todos los contendientes no hacer “señalamientos sin fundamento que enrarecen el clima de civilidad que debe imperar” en la contienda.

Esta es la segunda vez que tiene lugar algo parecido. En abril el Tribunal Electoral acusó a la fiscalía de utilizar fondos públicos para interferir en las campañas presidenciales del 1 de julio por difundir un video de vigilancia en el que aparecían Anaya y su abogado en el vestíbulo de la dependencia y donde se escuchaba a uno de ellos insultar a un funcionario.

La Procuraduría General ha sido criticada por filtrar detalles de investigaciones contra candidatos de la oposición, especialmente Anaya, al que postuló la coalición Por México al Frente.