El palacio de Kensington, en Londres, donde vivirán el príncipe Enrique y Meghan Markle, se ha ido rejuveneciendo con la llegada de miembros de la Casa Real más jóvenes como el príncipe Guillermo y su clan.

Una gran mansión de ladrillo rojo en el extremo de Kensington Gardens y Hyde Park es la principal vivienda de este recinto en el que viven 15 miembros de la familia real, repartidos entre las varias alas de la casa mayor y otras viviendas más pequeñas.

Entre los residentes hay varios primos de la reina Isabel II: el príncipe Ricardo, el príncipe Eduardo y el príncipe Miguel, todos mayores de 70 años.

La balanza va decantándose hacia los más jóvenes, que han hecho de Kensington su palacio favorito.

La princesa Eugenia, de 28 años, hija del príncipe Andrés, se casará en octubre y se unirá a sus primos Enrique y Guillermo en ese entorno palaciego.

El palacio era originalmente una casa de campo rodeada de vegetación que fue adquirida por el rey Guillermo III en 1689 para escapar de la contaminación de la ciudad.

Varios monarcas hicieron de él su lugar de residencia principal, pero a la muerte de Jorge II, en 1760, el palacio de Kensington pasó a ser la residencia de miembros secundarios de la familia.

Fue ahí donde la reina Victoria nació y creció -virtualmente aislada- hasta que ascendió al trono en 1837.

Esta monarca resistió los intentos de convertir el palacio en un museo, pero accedió a abrir algunos espacios al público.

• Los jóvenes toman el palacio –

Objeto de bromas en el pasado por el envejecimiento de sus inquilinos, en los años 1960 recibió un soplo de juventud al dar la bienvenida a nuevos residentes como la familia de la princesa Margarita, la hermana de la reina.

Y ahora, una nueva generación le da vida.

Enrique, de 33 años, y Meghan Markle, de 36, que se casarán el 19 de mayo, viven en la acogedora casita Nottingham, próxima a la mansión principal, que tiene dos habitaciones y un par de salones.

Esta casa fue antes la residencia de Guillermo y su esposa Catalina hasta que se casaron y se mudaron a la mansión principal, al gran apartamento que había pertenecido a Margarita, fallecida en 2002.

Con ellos viven sus hijos, los príncipes Jorge y Luis, y la princesa Carlota.

Kensington es un lugar querido para Guillermo y Enrique, que pasaron ahí parte de su infancia con sus padres, el príncipe Carlos y Diana de Gales.

La malograda Diana se quedó a vivir ahí tras divorciarse del heredero al trono, y hay un jardín dedicado a ella.

Además de sus inquilinos famosos, en Kensington viven 40 empleados.

Y aunque el recinto palaciego está en el extremo de un parque público, hay pocas posibilidades de cruzarse con algún miembro de la familia real, porque está todo pensado para mantener la privacidad de sus inquilinos.