CIUDAD DE MÉXICO.

A un año de la muerte de Fidel Castro Ruz, ocurrida exactamente hace un año, la situación económica y política en Cuba todavía es  complicada y amenaza con agravarse.

Desde el 25 de octubre de 2016, cuando falleció Fidel Castro a los 90 años de edad, los cubanos han visto cómo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, endureció el embargo y  dio marcha atrás a algunas de las medidas adoptadas por su antecesor, Barack Obama.

Además, la meta de crecimiento anual cifrada en 2% en diciembre, fue ajustada a 1% en julio, pero otras fuentes prevén incluso una cifra negativa.

Por si fuera poco, las reformas emprendidas por el presidente Raúl Castro se estancaron. Por ejemplo, congeló la entrega de licencias para el trabajo privado en una veintena de actividades y fueron eliminadas otras.

Por ello, Cuba depende cada vez más de la ayuda extranjera para mantener su economía, pero su mayor aliado, Venezuela, enfrenta también una grave crisis económica.

Por todo ello, Cuba ocupa el lugar 178 de 180 países analizados en el Índice de Libertad Económica de The Heritage Foundation y The Wall Street Journal.

Dicho Índice toma en cuenta la libertad en cuanto a política, leyes, salud, comercio, educación y economía.

El documento señala que la ilegalidad impregna a las empresas privadas y la corrupción es la causa.

Aunque se permite, la actividad económica privada está limitada, las aplicaciones en las regulaciones no son transparentes, el emprendimiento se ve truncado lo que ha provocado la creación de la economía informal.

Además, los cubanos están convocados a participar en los comicios municipales, que dan inicio a un proceso que concluirá con el primer relevo generacional de la Presidencia cubana en 60 años.

Según lo previsto, en febrero será elegido un nuevo Presidente que no llevará el apellido Castro ni habrá participado en la Revolución Cubana.

Todos los pronósticos coinciden que el actual primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel, un ingeniero de 57 años, ocupará la Presidencia de Cuba.

Sin embargo, se tiene previsto que Raúl Castro se mantenga la jefatura del Partido Comunista de Cuba, principal cargo político del país, al menos hasta su próximo Congreso en 2021.

REVOLUCIONARIO

Fidel Alejandro Castro Ruz, nacido el 13 de agosto de 1926 en Birán, Cuba, permaneció 49 años en el poder, al que llegó tras encabezar una revolución con ideología socialista que triunfó el 1 de enero de 1959.

Tomó el cargo de primer ministro el 16 de febrero del mismo año convirtiéndose en el mandatario más joven de la isla. 

Bajo su mando, Cuba se convirtió en el primer país de América Latina en erradicar el analfabetismo, educó médicos y disminuyó considerablemente los índices de desnutrición y mortalidad infantil, además de que aprobó una ley agraria y la nacionalización de la banca. 

Soportó una invasión de disidentes cubanos apoyados por Estados Unidos y supo mantener a flote al país pese al embargo impuesto por Washington, en gran parte gracias a que estrechó sus lazos con la Unión Soviética.

Fusilamientos públicos, un aparato de vigilancia interna y la creación de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP) marcaron un declive en la aceptación de Castro. Hasta los años 90, el principal sustento económico de Cuba era la Unión Soviética.

EL CAMBIO

En 2006 Fidel Castro se sometió a una operación y cedió el poder a su hermano Raúl Castro. Sin embargo, el traspaso del poder no se oficializó hasta febrero de 2008.

Desde entonces la Cuba de Fidel empezó a cambiar. Los cubanos pudieron rentar habitaciones a turistas, abrir restaurantes, adquirir y portar teléfonos celulares, aparatos electrónicos y conducir taxis particulares; la preferencia por la iniciativa privada ante lo estatal aumentó, siendo el área de la gastronomía el sector más dinámico, según el diario estatal Granma.

En 2011 se aprobaron 300 reformas, 181 categorías de autoempleo, nombradas “cuentrapropismo”. De acuerdo a la Asamblea Nacional, la cifra de trabajadores por cuenta propia era tres veces mayor a la que había antes de la enmienda.

Poseer inmuebles, hacer transacciones y comercializar bienes raíces se volvieron actividades permitidas.

En 2015 Cuba y Estados Unidos restablecieron oficialmente relaciones diplomáticas, se reabrieron las embajadas, se ondearon las banderas y comenzó a reactivarse la economía.

Fidel Castro murió el 25 de noviembre de 2016 a los 90 años. Su cuerpo fue cremado y recibió el homenaje de miles de personas en La  Habana. Luego, sus cenizas fueron llevadas en caravana militar hasta el cementerio Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, donde actualmente reposan dentro de una roca con una lápida que dice “Fidel”.

Representantes de los gobiernos de Venezuela, México, España, Rusia, Estados Unidos y Canadá, entre muchos otros, acudieron al homenaje al padre de la Revolución Cubana.

Por su parte, la disidencia cubana en Miami celebró su deceso en las calles con frases como “libertad para cuba” o “Fidel, tirano, llévate a tu hermano”.

A un año de su muerte, el revolucionario es recordado con diversas actividades en diferentes partes de la isla y el mundo.

En Bolivia, por ejemplo, organizaciones políticas, académicas y sociales realizarán una ceremonia nombrada “Yo soy Fidel”, en la que proyectarán el documental Hasta siempre Fidel.

En la embajada de Cuba en Washington, estadunidenses, cubanos e invitados especiales se reunieron para rememorar su legado. Incluso en China se colocó una piedra con una frase de Fidel Castro en favor de la paz mundial.

Pese a ello, las autoridades cubanas cumplieron su voluntad: ninguna calle, plaza o edificio lleva su nombre. (Con información de AFP)