Para algunos, el ex presidente Bill Clinton quedó más famoso por su relación extraconyugal con Monica Lewinsky, una practicante en la Casa Blanca, que por lo que hizo o no como mandatario de Estados Unidos. Y después de su mandato, para algunos se volvió más infame por las acusaciones de abusos sexuales en su contra que por lo que sus detractores consideraran que fueron medidas incorrectas.
Y en medio a los múltiples escándalos de abusos sexuales en el mundo del espectáculo, su nombre se suma a la lista de personalidades mundiales con cuatro acusaciones en su contra y relatos terribles de presuntas víctimas.
Entre 1995 y 1996 fue el problema más publicitado: el affair que tuvo con la joven Monica Lewinsky en la Casa Blanca y, tres años después, una acusación de abuso sexual en su contra de Paula Jones, una empleada del gobierno de Arkansas, la cual casi retira al mandatario de su cargo.
Finalmente, él pagó 850 mil dólares en compensación y el caso quedó en el pasado. Pero ahora, su “currículum” de acusaciones vuelve a aumentar… Y con un relato indignante.
Según detalla Ed Klein, reportero de The New York Times, fuentes del Partido Demócrata indican que Clinton enfrenta 4 cargos de abuso sexual en su contra, ocurridos hace más de 10 años.
Después de su mandato que duró hasta el año 2000, y de acuerdo a lo relatado por el periodista al Daily Mail, Clinton fue contratado por el multimillonario Ron Burkle para ayudarlo en sus negocios. Y en esa época viajaba frecuentemente en un avión privado de Burkle con varias muchachas jóvenes. Cuatro de ellas habrían sido abusadas sexualmente por el ex presidente.
Además de Paula Jones (en el centro), otras dos mujeres también presentaron denuncias de abuso contra el demócrata: Juanita Broaddrick (izquierda) y Kathleen Willey (derecha). Estos casos quedaron en el pasado, ignorados por simpatizantes de Clinton y su gobierno.
Pero estos nuevos casos, del cual no se han revelado las identidades de quiénes acusan, pueden volver a traerlos a discusión.
Y los casos extraconyugales no se han limitado solamente al mencionado avión o a la Casa Blanca, sino incluso al penthouse personal de Clinton.
“Bill pasa una gran parte de su tiempo en su departamento que está arriba de la Biblioteca Presidencial Clinton. Hillary va para allá ocasionalmente, pero se rehúsa a permanecer allí porque sabe que es el nido de amor de su marido“, dice una fuente del partido.
“Bill está angustiado por tener que defenderse nuevamente de cargos de esta índole. Él espera que su equipo legal pueda, de alguna manera, detener a las mujeres en su búsqueda de presentar cargos y sumergirlo en el lodo”, dijo un miembro del Partido Demócrata.
Y aunque la relación de ambos sea de una índole muy estratégica para los intereses de ambos, Hillary estaría furiosa por saber que su marido nuevamente está enredado en un escándalo sexual. En parte porque afecta su propia imagen.
Quizás ahora, con el desarrollo de estos casos, Clinton entre a la infame lista de abusos sexuales de poderosos personajes en 2017.
Source: UPSOCL