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martes, abril 15, 2025

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Ya vienen los Reyes Magos… caminito de Belén

Y ya se acercan los Reyes Magos en este turbulento andar de un año que inicia con demasiada incertidumbre, pero con una fe infinita de que también en éste llegarán en la ansiada mañana del cinco de enero los que nunca faltan a su cita y traerán consigo los más grandes regalos para disfrutar con la familia: salud, paz, amor, compasión, unión y qué se yo qué más. Así que hablemos un poco de ellos y su recreación escénica que es precisamente una manera poderosa de llegar a nuestros corazones. Hay que hablar de una fusión del teatro medieval español: autos sacramentales y del teatro precolombino. Se dice que después de que los frailes aprendieran las lenguas mesoamericanas, fue entonces que ellos adaptaron las piezas teatrales que conocían y que tan buen resultado les habían otorgado en Europa.

Realmente se trataba de obras sencillas que manejaban símbolos con caracteres de tipo abstracto, cayeron en tierra fértil, y los indígenas se las apropiaron y enriquecieron. Los franciscanos tenían, aunque elemental, una idea de lo que era escenificar un texto. Sin embargo, nuestros hombres mesoamericanos ya habían logrado un concepto espectacular de la puesta en escena, entendida como un todo formado de dos partes: montaje de sus ritos, por un lado y la puesta en escena del teatro, por el otro. Podemos señalar lo que decían Horcasitas y Arróniz, los estudiosos que han aportado al examen de las formas de representación que se dieron en el teatro español y en el náhuatl catequístico del siglo XVII. Por ejemplo,  Horcasitas habla de cinco formas dramáticas, pero para nuestro tema hay que recalcar sólo el drama litúrgico, el cual se cantaba como parte de una misa dentro de la iglesia en el día de la fiesta del santo o en la fecha que se suponía que había sucedido la acción. Sin embargo, ésta ya no existía en la primera mitad del siglo XVI cuando los Franciscanos llegaron a México, pero están aliadas estrechamente al drama litúrgico La natividad de san Juan Bautista, La anunciación y La asunción,  todas representadas en Tlaxcala antes de 1540.

También habría que hablar del drama alegórico que se distingue de otros géneros en que en él se personifican figuras simbólicas como la Fe, el Remordimiento, o la Paciencia. Así es que la magia podría comenzar en lo que señala Horcasitas en el sentido de la participación del pueblo y su integración a la vida dramática, así como la identificación del actor con el papel son aspectos dignos de subrayarse: En los espectáculos mexicanos que he mencionado no cabe duda que los actores se identificaban en grado mayor o menor con los personajes que representaban. Esta condición psicológica data de la época precolombina. En los espectáculos prehispánicos (…) los protagonistas se poseían a tal grado de sus papeles que no sólo llegaban a creerse dioses sino que los fieles los consideraban divinos.

Habría entonces también que hacer referencia a un señalamiento de Armando Partida en relación ya directamente sobre la Adoración de los Reyes: El ciclo de la Natividad, además de ser bastante abundante tiene la particularidad de contar, al igual que otros textos dramáticos, con la problemática de su identificación cronológica (…) La adoración de los Reyes, obra que los franciscanos introdujeron en América (…) Motolinia nos ha guardado su recuerdo en un famoso capítulo de su Historia de los indios de la Nueva España. El día de San Juan Bautista de 1538 se representaron cuatro autos: La anunciación de Zacarías, que duró una hora; La anunciación a María, que duró otro tanto; La visitación a Santa Isabel, y, pasada la misa La natividad de San Juan Bautista. Así que con fines prácticos se propone el año 1535, como la fecha probable de la primera representación de La adoración de los Reyes.

 

Ahora sí… En el villacico  Ya vienen los Reyes Magos se anuncia su llegada al pesebre del niño recién nacido. Hasta aquí todo está bien. Sin embargo: Que los ríos vienen turbios / que los ríos vienen turbios / y no se puede beber / olé, olé Holanda y olé / Holanda ya se ve. / Dicen que nació /dicen que nació / sin pañales ni ropa ninguna / y la misma luna sábanas de Dios. Así es que no parece ser lógico el hecho del nombre Holanda. Los lingüistas que han hablado sobre el tema no coinciden en una hipótesis concreta. La que más ha gustado es que se refiera a la estrella que guía el camino hacia Belén, que se llama popularmente Olanda, así sin H. Aunque otras voces apuntan hacia una mala traducción de Holy Land, tierra sagrada, o a que el rey VaaltasarBaltasar– sea de procedencia holandesa. Esto nace de que, los Reyes iban de Oriente camino a Belén, Holanda no estaba de camino.  Ahora bien, este Villacinco también se utiliza para explicar a los niños hoy día que cada rey llevó un presente al Niño recién nacido; Melchor llevaba el oro, como señal de reconocimiento de la realeza, Mirra Gaspar y Baltasar,  el incienso.

Otra parte de la magia tiene que ver con que la tradición milenaria del Día de Reyes tuvo sus efectos en la música popular latinoamericana durante el siglo XX. Aun cuando se trata de una celebración relativamente poco mencionada en las canciones populares, contamos con ejemplos muy significativos y al mismo tiempo interesantes. Por ejemplo, Francisco Gabilondo Soler Cri-crí, compuso en 1938 Los tres reyes y Canción de reyes, que incluye una frase peculiar: Van arrojando juguetes/ como quien tira confetis… El maestro Juan S. Garrido escribió en 1965 Melchor, Gaspar y Baltazar, una alegre canción muy utilizada en los programas de televisión de aquel tiempo. Sheila (Annie Chancel) grabó en francés y español un tema bastante conocido en América y Europa a partir de 1971: Les rois mages que iniciaba Como los reyes en Galilea siguieron la estrella del pastor…así mismo el maestro argentino Ariel Ramírez incluyó en su Misa criolla un alegre takirari titulado Los reyes magos, que habla de la llegada de los mágicos personajes; esta pieza fue grabada por Mercedes Sosa, y dice un poco así: Changos y chinitas duérmanse/ que ya Melchor, Gaspar y Baltasar/ todos los regalos dejarán/ para jugar mañana al despertar… Santiago Yturria compuso hace poco menos de veinte años una canción con el mismo título, que se incluye en antologías de música infantil. Aplica el conocido juego de palabras, al decir va a saltar en lugar de Baltasar. Tampoco van a faltar las canciones que destilan tristeza, como Regalo de reyes, de David Lama, que estrenara Javier Solís en 1964 y cuyas frases han llegado hasta nuestros días: Y si una gracia el cielo a mí me puede dar/ le pediré como regalo un día de reyes:/ besar tus labios y estrecharte junto a mí…

Lo importante entonces será que los adulados a través de las representaciones y de las canciones no falten a su cita para llenar de luz los corazones que han quedado un tanto rotos iniciando un año que urge de esperanza. Para ello, nada mejor que ponerse en marcha hacia un nuevo destino, como cantaba el cantante y guitarrista estadounidense de funk y soul Curtis Mayfield en Move On Up. Un tema imperecedero capaz de levantar el ánimo que se puede enlazar con el siempre bailable Stayin’ Alive de los Bee Gees, que refuerza un mensaje de supervivencia. El canadiense Michael Bublé, también se atreve con el clásico La vie en rose de Édith Piaf, fantásticamente acompañado de Cécile McLorin Salvant, una de las mejores cantantes actuales de jazz. Y en el cariz más festivo, éxitos funk de Jamiroquai con Virtual Insanity. La albaceteña Rozalén incide directamente en la pandemia con la emotiva Aves enjauladas, compuesta durante el confinamiento y con carácter solidario. Un canto a la esperanza que aborda la situación actual, en la que la resiliencia, la solidaridad y la superación adquieren un estatus inédito hasta la fecha, ya que rendirse no es una opción. Por eso, por muchas dificultades que acechen, tres luces de esperanza, los Reyes Magos siempre acuden a su cita la noche del 5 de enero.

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