Uno de los feminicidios que falta de resolver es el de Gina madre de dos pequeños, asesinada a apuñaladas en calles de la colonia Luis Donaldo Colosio por su pareja Enrique alias «San Bernardo», peligroso criminal que desde hace siete meses sigue prófugo de la justicia.

Los sueños de Georgina Escamilla Pérez de 25 años fueron truncados el pasado 10 de mayo, día en que su pareja Enrique Enríquez García con apodo «San Bernardo» hombre con el que tenía viviendo unos meses, que la maltrataba y la asesinó a puñaladas en plena vía pública en la calle Jesús Arriaga en Ecatepec, Estado de México.

Gina -como la llamaban- era originaria del estado de Hidalgo estaba a  punto de estudiar la licenciatura en Derecho por  lo que se había inscrito a la Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID), sin embargo sus sueños de crecer profesionalmente se acabaron al conocer a Enrique, con el que comenzó una relación que tras e culminó en tres meses.

Sin embargo, el hombre no quedó conforme se la llevó por la fuerza a vivir a la casa de la suegra ubicada en la colonia Rancho Victoria 2, donde comenzó a sufrir violencia intrafamiliar.

La pesadilla continuó para Georgina la mujer que ya había denunciado la violencia que sufría luego de que en el pasado  mes de febrero el  sujeto le causó lesiones con un machete y las autoridades no tomaron en cuenta el caso que quedó registrado en la carpeta con número de NIC; FVG/VII/MP1/443/00088/20/02.

Fue el 10 de mayo del año en curso, en pleno  «día de las madres», que el hombre adorador de la santa muerte que se dedicaba a realizar rituales satánicos, enloqueció y  apuñaló en tres ocasiones a hasta matar a Gina frente a una cámara de videovigilancia.

El cuerpo de la madre de 2 pequeños que afortunadamente se encontraban con la abuela materna quedó tendido sobre la avenida, mientras el expresidiario que estuvo recluido en el penal de Chiconautla por el delito de robo y lesiones causadas a su ex mujer emprendió huida.

Adriana  dio a conocer que ese día recibieron la trágica noticia  de que Gina su hermana a la  que le gustaba hacer obras de caridad entre ellas dar de comer a migrantes y a las personas a las afueras del hospital regional de Tula había sido asesinada.

Quedaron destrozados al saber que Georgina había sido privada de la vida por el hombre al que casi no conocían y que había huido con apoyo de su familia para no ser detenido.

Ante la falta de respuesta de autoridades del Estado de México,  indignados y para exigir justicia familiares y amigos  de la víctima se manifestaron frente a gobernación en la Ciudad de México.

Fue hasta el mes de octubre que la Fiscalía Mexiquense emitió el boletín de recompensa de hasta 300 mil pesos por información veraz para dar con Enrique Enríquez García alias «San Bernardo».

Sin embargo, han transcurrido siete meses y hasta la fecha las autoridades no han logrado capturar al peligroso feminicida que le arrebató arteramente la vida a Gina que dejó huérfanos a sus dos hijos que ese día la esperaban para celebrar el día de las madres.

Finalmente sus familiares que no encuentran consuelo y aunque temen por su seguridad porque el criminal sigue prófugo, continuarán con su  lucha hasta que  se haga justicia porque aseguraron no  dejarán que el asesinato de Gina se convierta en  solo una cifra más de los feminicidios que quedan sin resolver.