A llegado el momento en el que por fin has decidido ponerte en forma y has comenzado a ir al gimnasio. Seguramente, mejorar tu estado de salud estaba entre los motivos que te han llevado a hacer deporte, aunque, hay que reconocerlo, perder peso sigue siendo la razón principal que nos mueve a la hora de hacer ejercicio físico.
Si has estado trabajando muy duro en el gimnasio y haciendo lo posible por seguir una dieta saludable, pero cuando te subes a la báscula, ves un número más alto de lo que esperabas. Muchas personas han experimentado subir de peso mientras hacen ejercicio, en realidad es bastante común. Hay muchos factores a considerar cuando se trata de perder peso, así que antes de que te desanimes, revisa estas razones por las que es posible que no veas la pérdida de peso que planeaste.
Si sigues una alimentación saludable y haces deporte con la suficiente regularidad, lo esperable es que comiences a perder esos kilos de más de manera progresiva. Para comprobar que sus esfuerzos están mereciendo la pena, toma a la báscula como guía y referencia para hacer un seguimiento de sus progresos. Pero a veces ocurre que, justo cuando piensa que ha sido muy constantes, la báscula, de manera inexplicable, muestra que ha subido.
Si entrenas con pesas, es normal que ocurra, en realidad, es normal que ocurra con casi cualquier entrenamiento que te ayude a desarrollar la musculatura, especialmente si previamente habías llevado una vida sedentaria y tu cuerpo acumulaba exceso de grasa. La masa muscular de una persona sedentaria es menor que la de alguien que realiza ejercicio de manera
Lo que dice la báscula no siempre es tan importante, es normal que tomemos la báscula como referencia principal para saber si estamos en el buen camino, pero no siempre nos devuelve la realidad de nuestros progresos. Y no solo por el aumento de masa muscular, ya que en el peso influyen otros factores como la hora del día en la que te peses, la retención de líquidos previa a la menstruación, dificultades en el tránsito intestinal, etc.
Cuando empieces a hacer ejercicio, tu cuerpo pasará naturalmente por muchos cambios en los primeros meses. Los nuevos ejercicios pueden provocar inflamación o pequeños desgarros en las fibras musculares a medida que aumenta la masa muscular. Tu cuerpo responderá a esta inflamación reteniendo el agua temporalmente.
La masa muscular pesa más que la masa grasa y, sin duda, ganarás peso con las ganancias de los músculos magros. Si bien tu ropa puede sentirse más suelta, la báscula puede indicarte lo contrario, esto significa que estás trabajando en un programa completo que incluye tanto fuerza como acondicionamiento y ahora estás cosechando la recompensa.
