El pescado azul también llamado pescado graso es una de las especies con mayores beneficios para la salud, principalmente la del corazón. No por nada es de los principales alimentos de la dieta mediterránea, considerada Patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco desde 2013.
De acuerdo a los nutricionistas, se recomienda consumirlo por lo menos dos o tres veces a la semana para aprovechar su contenido de ácidos grasos omega tres, elemento que se ha comprobado es altamente beneficioso para la regulación de la tensión arterial y por disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
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El pescado azul, a diferencia del pescado blanco, habita cerca de la superficie del mar, contiene entre ocho y 15 por ciento de grasa, dependiendo de la especie. Contiene omega 6, importante para regular el metabolismo, promover la respuesta inmunológica y regular la coagulación de la sangre.
Las especies más consumidas o más populares de pescado azul son el atún, la sardina, jurel, carpa, caballa y el salmón. Además de los ácidos grasos que contienen, aportan hierro, yodo, fósforo, magnesio, calcio, vitaminas A, D y B12, de acuerdo a los datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
La temporada del pescado azul es durante la primavera y el verano; sin embargo, gracias a los sistemas de producción y conservación los podemos disfrutar todo el año. Se trata de uno de los alimentos que facilitan la digestión, favorecen a la disminución del colesterol malo gracias a su contenido de grasas poliinsaturadas.
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Las grasas poliinsaturadas son esenciales para el funcionamiento del cerebro y el crecimiento de las células. Los ácidos grasos omega 3 que contiene el pescado azul reducen los niveles de triglicéridos, el riesgo de padecer arritmias y baja ligeramente la presión arterial. El omega 6 también controla el azúcar en la sangre, disminuyendo el riesgo de padecer diabetes.
El pescado azul también es una buena fuente de proteína, muy similar a la que proporciona la carne y el huevo, este macronutriente tiene funciones específicas en el organismo entre ellas, mantiene en buen estado las células, repara daños y controla funciones vitales. La cantidad necesaria de proteína depende de la edad sexo o el estado de salud de la persona.
Se le llama pescado azul por que habita en aguas frías y porque el color de su piel adquiere un tono azulado, este tipo de especies acumula mayor cantidad de grasas buenas que utiliza como una fuente de energía para su desarrollo y metabolismo ya que son más activos, las migraciones que realizan es vital para su ciclo.
