Demi Lovato es tendencia en la red debido al próximo estreno de su documental Dancing with the Devil, el cual narra que en 2018 sufrió una sobredosis por consumo de fentanilo, que casi le cuesta la vida. Sin embargo, eso no es todo, la cantante también fue víctima de sí misma por su obsesión al gimnasio.
La actriz de28 años debutó cuando era niña en la serie de televisión Barney & Friends y desde entonces estuvo a la vista de todo el mundo. La lucha constante por lucir bien se convirtió en una pesadilla que la llevó a padecer bulimia desde que tenía 9 años de edad. Pero eso no fue todo y su afán de superar el problema la llevó a sufrir obsesión por el gimnasio.
Fue en el podcast “Pretty Big Dea”’ en el que Demi Lovato confesó que aún cuando pensaba que se estaba recuperando del trastorno alimenticio, en realidad estaba cayendo en el, “Y me di cuenta de que quizás mis síntomas no eran tan obvios como antes, pero definitivamente era un problema”.
Y es que para “salvarse” de los atracones de comida, optó por encerrarse en el gimnasio. Para cuando tenía 20 años estaba totalmente obsesionada por ejercitarse y lucir un buen cuerpo en redes sociales. “Hubo momentos en que viví en el gimnasio”, confesó la compositora, quien, a razón de ese problema, también cayó en las drogas.
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Demi Lovato tenía todo el perfil que predispone a las personas a las adicciones, tomando en cuenta que una investigación publicada en la revista “Eating and Weight Disorders”, refiere que aquellos individuos que sufren trastornos alimentarios son cuatro veces más propensos a las adicciones.
Además, otro estudio da cuenta de que 40 por ciento de las mujeres que padecían bulimia también desarrollaban obsesión por el gimnasio. Una publicación del portal Deporte y Vida cita a Pirkko Markula, profesor de Estudios Socioculturales de la Actividad Física en la Universidad de Alberta, quien sobre el tema puntualizó que algunas mujeres que desarrollan dependencia a la actividad física, simplemente no comen si no se han ejercitado.
“El ejercicio puede convertirse en una forma de controlar, mantener el control de la alimentación”, detalló el especialista.
Suena lógico, si tomamos en cuenta que cualquier de nosotros que está en el camino de seguir un régimen alimenticio para cuidar la figura percibe que ha fallado. Es decir, ¿no has sentido la necesitad de correr kilómetros extras para compensar el chocolate que te comiste? Algo así (pero peor) le ocurrió a Demi Lovato.
En su obsesión por el gimnasio, Demi Lovato acudía a entrenar tres veces por día, siempre después de cada comida. La insatisfacción con su imagen se convirtió totalmente en un problema, sobre todo por pertenecer a un entorno en el que la belleza física está por demás estereotipada. Eso la llevó a un torbellino que la llevó justamente a la sobredosis de fentanilo de la que habla en su documental.
El tema fue que creyó que tenía todo controlado y creyó que su adicción al gimnasio era sana. Actualmente ha conciliado con su cuerpo y desde el año pasado, sus redes sociales son muestra de que se ama tal cual es, ahora que ha dejado de hacer dieta y la obsesión por lucir delgada. Para llegar a este punto buscó la asesoría que la han ayudado a establecer límites sanos. En Fitguru te recomendamos buscar apoyo si pasas por un problema similar.
“Me gusta comer, ir a hacer ejercicio. Y eso no era felicidad para mí. Ahora, cuando me miro en el espejo y empiezo a tener un pensamiento negativo, me detengo y digo: No, eres hermosa, eres hermosa, te amo, eres perfecta como eres. Entonces, lo que me digo a mí misma es: No, estás sana y te acepto. Y eso es todo lo que necesito hacer es aceptarte'”, dijo en el referido podcast.
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El documental Dancing with the Devil se estrenará el próximo 23 de marzo vía YouTube y consta de cuatro episodios. Se espera que tenga éxito debido a que Demi Lovato tienen 16 millones de suscriptores. El previo del material ya está disponible en la misma plataforma.
