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Las muertes de Chana y Juana fueron feminicidio.

Y así, con la sangre de miles de mujeres se siguen pintando color rosa los sepulcros y las cruces.

Ante ello, las oficinas gubernamentales creadas para mujer, al parecer se han convertido en clubes de Mafalda.

Se empoderan pocas mujeres en esos puestos de membrete y relumbrón.

Son a todas luces cargos para contentar al género sin  proteger ni salvar a las mujeres.

Las funcionarias para la mujer son las poderosas damas del club de Mafalda.

Saltando de cargo en cargo, ascienden en estatus político como los caballeros y como los hombres clásicos del poder hacen de la política un estilo de vida.

El glamur femenino prostituyendo las causas femeninas.

Mientras tanto, las mujeres comunes, las que no están en el poder ni empoderadas, la mayoría de las mujeres que viven en esa ola de violencia cotidiana, de pronto se topan con la bestia salvaje y siguen siendo víctimas de la brutalidad.

Ojos hinchados por el llanto, pómulos morados por los golpes, heridas sangrantes por los pinchazos, cadáveres insepultos y abandonados en cualquier terreno.

Las mujeres en sus casas, oficios y trabajos no entienden esa verborrea de las poderosas mujeres del club de Mafalda que dicen hacer avanzar las dolorosas demandas femeninas.

Si se les evalúa por el número de feminicidios, por ejemplo, “Toluca es un municipio mexiquense con doble alerta por violencia de género: por feminicidios desde 2015, y por desaparición de mujeres a partir del año pasado; en ambos fenómenos, se encuentra en primeros lugares de la entidad” Protestan en Toluca por tres feminicidios del fin de semana – Proceso.

Si se les evalúa por el número de salarios rosas, sólo el 8 de cada 100 amas de casa mexiquenses reciben esa retribución por las tareas que realizan en el hogar.

Injusta retribución que debiese ser universal porque todas las mujeres realizan faenas en el hogar, incluso, las que trabajan fuera, también laboran dentro de sus hogares.

Bajo esta proporción, en Toluca, alrededor de 27 mil toluqueñas reciben esta ayuda de los cerca de 220 mil hogares. Es decir, 200 mil mujeres esperan también recibir salario rosa.

Si se les evalúa por el número de niñas y adolescentes mexiquenses, y entre ellas, las toluqueñas que reciben apoyos económicos para seguir estudiando, los datos no son satisfactorios.

Miles de niñas y adolescentes están quedando fuera de la escuela por falta de computadora, crédito al teléfono e internet.

No hay evaluaciones programáticas serias que nos digan, si los clubes de Mafalda, incrustados en el gobierno, sirven para algo más que los clásicos clubes varoniles, los clubes de Toby que nunca les ha interesado empoderar a la mayoría de las mujeres –está por verse cuántas candidatas mujeres a gobernadoras habrá en 2021 de las 15 sillas palaciegas en disputa-; ellos tampoco creen los dolorosos testimonios que vulneran la seguridad y protección de las féminas.