José Carlos «N», el Monstruo de Ecatepec, pidió en prisión poder beber sangre humana ya que la necesita cada dos meses.
De acuerdo al periodista Héctor de Mauleon, el sujeto quiere beber sangre para satisfacer su parte demonica que el cree tener.
El asesino serial se encuentra 327 años de prisión por cometer varios feminicidios en Ecatepec junto a su esposa Patricia que lo ayuda a sostener relaciones sexuales con las víctimas y luego las mataban.
También se reveló que la esposa le mandó a decir que se corte uno de los dedos para que pueda saciar su petición.
De acuerdo con la columna En Tercera Persona, del periodista y escritor Héctor de Mauleón en El Universal, el asesino serial de Ecatepec pasa apenas una hora al sol y se encuentra aislado de la población penitenciaria por su propia seguridad.
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“… los custodios saben que no sobreviviría un solo minuto si estuviera entre la población penitenciaria”, escribió el periodista en su columna del lunes.
Reveló que Juan Carlos ha solicitado a sus vigilantes que sirvan sangre humana, debido a que cada tres meses necesita beber del vital líquido rojo.
Patricia, su mujer y cómplice en más de 10 feminicidios, le ha mandado decir que se corte los dedos y sorba su propia sangre, señaló el periodista.
Entre junio y octubre de 2019, Juan Carlos y Patricia recibieron más de ocho condenas que suman 327 años de prisión. La pareja fue detenida en la colonia Jardines de Morelos, cuando empujaban una carreola con el torso de una mujer.
Durante la confesión, confirmaron que llevaban años matando mujeres, y posteriormente cometieron canibalismo por los cuerpos.
Los peritos en psicología indicaron que el idilio de los feminicidas de Ecatepec es una relación de leones, porque “la leona trae la comida y él espera”. Patricia solía hacerse amiga de las víctimas, y luego las llevaba a su hogar para que Juan Carlos tuviera relaciones con ellas. Después las asesinaban.
En el penal, Juan Carlos se considera un demonio. Su perfil detalla que su autoestima es alta, se sobrevalora y considera que le agrada “mucho” a las mujeres.
Estas personas enfrentan un proceso más en su contra por el delito de feminicidio, y otro por desaparición forzada cometida por particulares.