La voluntad de vivir de esta pequeña gatita sobrepasó todos los límites, con tan sólo 10 días de nacida tuvo que someterse a una cirugía sumamente peligrosa. La historia de esta adorable minina se hizo viral en redes sociales.
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Todo comenzó cuando el Hospital Veterinario Warwick ubicado en Perth, Australia, recibió a una gatita bebé con lesiones severas en su pata trasera derecha y en su cola. La única opción para salvarle la vida era practicarle una operación de alto riesgo, debido a su corta edad y a su peso (172 gramos). Otra alternativa era la eutanasia.
Una segunda oportunidad de vida
Los veterinarios optaron por salvarle la vida, tenían que intentarlo aunque las probabilidades de sobrevivencia fueran bajas. Tuvieron que actuar rápidamente, la pierna ya estaba tan infectada que podía causarle una sepsis -complicación de una infección- en todo el cuerpo y por lo tanto, ocasionarle la muerte.
Publicado por Kate Hayes en Sábado, 17 de octubre de 2020
Milagrosamente, la operación fue todo un éxito y la gatita salió triunfante, sus ganas de vivir eran muchas. Los médicos tuvieron que amputarle su pata trasera y parte de su cola. La doctora del hospital de animales, Kate Hayes, quien estuvo presente en el procedimiento escribió en su cuenta de Facebook:
Honestamente, no pensé que sobreviviría a la cirugía siendo tan joven y tan pequeña, pero lo hizo. Ella es una superestrella y es la gatita más joven a la que le hayamos hecho una cirugía, y sobre todo, una ortopédica tan importante”
La veterinaria decidió acogerla en su hogar mientras la gatita se recuperaba, así podría continuar dándole los cuidados necesarios, incluso, la bautizó como Peggy o Peg Leg. En el lugar, tuvo un recibimiento muy caluroso por parte de Moon, la mascota de Kate.
Una nueva amiga en casa
El perrito se acercó a la gatita, empezó por olfatearla y entonces supo que era una pequeñita especial. Sin más, Moon se acostó a su lado y se dispuso a cuidarla, mientras ella se quedó dormida. Kate dijo que su canino es muy noble con otros animales.
Desde entonces, estos dos se hicieron buenos amigos. Si Moon escuchaba que Peggy chillaba, inmediatamente corría para ver si algo malo le estaba pasando. Él insistía en protegerla todo el tiempo, así que no se separaba de ella durante el día.
Moon is finding being Peggy’s dad quite tiring �� She has him worn out ������
Publicado por Kate Hayes en Martes, 20 de octubre de 2020
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Por su parte, la minina de tres patas se estuvo recuperando de salud bastante bien, hasta ganó peso. No hay duda que su fortaleza fue más grande que su tamaño y que no estaba lista para dejar el mundo. Ahora, Peggy está en espera de ser adoptada por una familia humana que pueda brindarle el amor que esta gatita se merece.
