Para evitar que el gobernador Alfredo del Mazo Maza recibiera reclamos por parte del personal médico del Hospital Mónica Pretelini, por la aplicación de la vacuna contra el Covid-19, los trabajadores de la salud fueron encerrados.

El mandatario priísta realizó una visita de supervisión a la clínica, sin embargo, los empleados tuvieron que permanecer al interior del nosocomio, incluso las puertas fueron selladas con cables y lazos para que no salieran.

Además, denunciaron que les prohibieron asomarse por las ventanas ni acercarse al estacionamiento donde se instaló el módulo para recibir la dosis contra el virus y el titular del Ejecutivo estatal se tomó la foto.

«Y en el hospital Materno Perinatal Mónica Pretelini nos tienen encerrados, gracias al señor gobernador, hasta que termine el evento del cual no estamos informados», denuncia una empleada ante la medida drástica.

«Si en este momento tiembla, cuál sería la ruta de evacuación», agregó una usuaria de Facebook luego de que no fueron notificados del recorrido que haría el mandatario durante el transcurso del miércoles.

En varios hospitales mexiquenses se ha denunciado el «influyentismo» para dar el visto bueno de las personas que reciben la vacuna contra el coronavirus a pesar de no ser personal de primera línea que luche contra la enfermedad.