Millones de personas en Texas, al sur de Estados Unidos, se despertaron el miércoles nuevamente sin calefacción nuevamente. Y es que los cortes de energía continuaron afectando al estado luego de una histórica tormenta de nieve que ha matado a 21 personas hasta ahora.
El gobernador de Texas (Greg Abbott) y otros altos funcionarios del estado exigen respuestas de los operadores y líderes del Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas (Ercot). Dicha cooperativa de energía es la responsable del 90% de la electricidad del estado.
“Sabíamos con una semana de anticipación que se avecinaba esta tormenta”, dijo Abbott durante una entrevista en la televisión KLBK. “Ercot debería haber tenido un plan de respaldo”.
Mientras tanto, la tormenta de nieve ya cobró la vida al menos a 21 personas en cuatro estados de Estados Unidos. Por otro lado, el clima ha llevado al cierre de los centros de vacunación de Covid-19. También ha obstaculizado el suministro de vacunas. Se espera que la alerta se extienda varios días, pues el frío no disminuirá sino hasta el fin de semana.
Por ellos, Lina Hidalgo, la máxima ejecutiva en el condado de Harris, advirtió a los residentes que se preparen para problemas prolongados:
“Déjenme decirles las cosas directamente: existe la posibilidad de cortes de energía incluso más allá de la duración de esta tormenta”, indicó en su cuenta de Twitter el martes por la noche.
Texas enfrenta un caos en la electricidad
Texas es el estado productor de energía más grande del país. Durante años, los críticos han dicho que el mercado de energía del estado no está regulado. Además, ofrece pocos incentivos financieros para que los operadores se preparen para el raro episodio de un clima extremadamente frío.
Por otro lado, los pozos y tuberías de gas natural en Texas no se someten a una preparación para el invierno como los que se encuentran más al norte de Estados Unidos. Como consecuencia, muchos de estos equipos se queden fuera de línea por el prolongado clima helado.
Abbott exigió que los legisladores estatales investiguen qué salió mal y aprueben reformas al Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas, que supervisa la red eléctrica.
Mientras tanto, la tormenta ha dejado fuera de línea alrededor de un tercio de la capacidad de generación del estado. La red eléctrica de Texas depende en gran medida del gas natural, responsable de casi la mitad de la electricidad generada.
Más de 4 millones de personas en Texas estaban sin electricidad a última hora del martes. Esto incluye a 1,4 millones en el área metropolitana de Houston y a una cuarta parte de las casas en Dallas.
Por su parte, Joe Biden aseguró a los gobernadores de los estados afectados que el gobierno federal está listo para ofrecer los recursos de emergencia necesarios.
Más estragos
Las tormentas arrojaron nieve y hielo desde Ohio al Río Grande durante el fin de semana festivo del Día de los Presidentes. De hecho, se espera que este clima se mantenga en gran parte de Estados Unidos hasta el viernes.
El condado de Brunswick, en Carolina del Norte, no puso atención suficiente al clima peligroso. Por ello, no se emitió una alerta de tornado hasta que la tormenta ya había tocado suelo.
El Servicio Nacional de Meteorología quedó “muy sorprendido por lo rápido que se intensificó la tormenta… y en horas de la noche en que la mayoría de las personas ya están durmiendo en casa se creó una situación muy peligrosa”, dijo el director de Servicios de Emergencia, Ed Conrow.
Mientras, en Chicago, las nevadas alcanzaron los 46 centímetros (18 pulgadas) de acumulación. Esto obligó a las escuelas públicas a cancelar las clases presenciales el martes. Horas antes, a lo largo del generalmente cálido Golfo de México, el esquiador Sam Fagg se encontró con nieve en la playa de Galveston, Texas.
Compañías de servicios públicos desde Minnesota hasta Texas implementaron una rotación de apagones para reducir la carga en el tendido eléctrico. Esto, con el fin de cumplir con la demanda extrema de calefacción y electricidad.
Los apagones de más de una hora comenzaron la madrugada del martes en Oklahoma City. Cerca de una docena de comunidades suspendió el uso de calefacción eléctrica, calentadores y luz justo cuando las temperaturas rondaban los -22 grados Celsius (-8° Fahrenheit).