Los perros Husky Siberiano provienen de un linaje tan antiguo como los primeros pobladores de la regiones más frías del planeta tierra. Se sabe que son descendientes de los primeros lobos domésticados por estas tribus y que aparecieron hace alrededor de 4.000 años. Y si son descendientes de los lobos, ¿eso los hace un híbrido entre un lobo y un perro? ¡Para nada! De acuerdo con los expertos, y aunque todavía posean algunas herencias de los lobos (como la constumbre de aullar), estos animales son cien por ciento canes.
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Si descienden de los lobos y se ven como lobos, ¿cómo es que se puede tenerlos como mascotas? Todo tiene que ver con la historia de estos animales y las maneras en que han sido utilizados a lo largo de los milenios.
De lobos a perros
Se conoce que durante muchos siglos el Husky Siberiano fue el perro de la tribu Chukchi, nativos del norte de Siberia. Hace miles de años, existían diferentes tipos y especies de lobos. Algunos lobos tenían la ventaja sobre los otros: eran más agresivos, mejores para cazar y se adaptaban mejor al clima tan hostil que tiene esta parte del planeta. Sin embargo, había lobos que no eran tan fuertes y estos fueron adoptados y adiestrados por la tribu Chukchi para jalar trineos.
Eventualmente, y tras un proceso que no pudo haber sido corto, estos lobos se convirtieron en animales domesticados. Eran animales necesarios y totalmente fundamentales para la supervivencia de estas tribus. Ya que los empleaban para cazar, para transportar recursos, como perros guardianes y, por supuesto, como animales de compañía.
Después de la antiguedad y hasta el mundo moderno
En 1909, el primer gran grupo de estos perros fue llevado a Alaska para competir en las All-Alaska Sweepstakes, que eran carreras de larga distancias. Un equipo de Siberianos ganó el tercer lugar, y selló el destino de estos canes como asistentes obligados de las carreras de perros de trineo.
Pero su verdadera fama mundial llegaría en 1925, cuando estalló una epidemia de difteria (una enfermedad altamente infecciosa) en el pueblo de Nome, Alaska. Se necesitó de todo un equipo de perros, entre los que se encontraban los famosos Balto y Togo, para llevar el suero con la cura a esta ciudad.
En futuras carreras se comprobó la superioridad de estos perros esquimales frente a otros canes. Y en 1930 se obtuvo el reconocimiento de la raza por parte del American Kennel Club. Posteriormente, se fundó el Siberian Husky Club of America en 1938.
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Los Husky Siberianos en la actualidad
Hoy en día, esta raza de perros esquimales ocupa el puesto número catorce en el ranking de popularidad del American Kennel Club. Y sus fanáticos ya no son exclusivos del Ártico ni del norte de Estados Unidos, sino que se han extendido por todo el mundo.
