■Israel Mendoza Pérez
@imendozape
La desconfiguración política de Layda Sansores, aspirante al gobierno de Campeche por Morena, obligó al dirigente nacional Mario Delgado a salir a aplanar el camino a la ex alcaldesa de Álvaro Obregón debido a la fragilidad de la alianza con el Partido del Trabajo. Pues hay sectores de la izquierda con la memoria suficiente y recuerdan su andanza en la ola azul de la mano de Vicente Fox en 2000.
La desconfianza de las huestes del dirigente petista Alberto Anya radica a ese paso por el foxismo desde la izquierda que se dio en el 2000. Ella junto con un grupo de izquierdistas entre los que se encontraban Mario Rechi, Ignacio Pinacho y Héctor Castillo intentaron llenar el hueco del primer gobierno de transición. No había espacios para las facciones de izquierda en el foxismo.
Sansores. Brincos políticos. |
Ella fue una de las promotoras del voto útil desde la izquierda desde que botó al PRD. Incluso, junto con el grupo de izquierdistas promovieron un libro en el que trazaron propuestas para el gobierno del entonces candidato de la Alianza por el Cambio. En ese momento se dieron dos puntos de quiebre decisivos, los head hunters que armaron el “gabinetazo” no tomaron en cuenta a los izquierdistas que anduvieron en una intensa campaña de adhesión y en segundo punto, las propuestas quedaron al aire y el derecho de picaporte se les negó poco a poco.
Layda Sansores fue una de las víctimas que en varias ocasiones acusó de traición la falta de inclusión de la “visión de izquierda” en el gobierno de Vicente Fox. Las reuniones en su casa para organizar cartas quedaron sólo en intenciones de denunciar públicamente el portazo a los “izquierdistas con botas” como también se le llamó a aquel grupo.
Esos arrebatos políticos fueron conocidos por diversos sectores de la izquierda. Y es que el PT conoce de sus movimientos que deben ser favorables para ella en la búsqueda de lo que más anhela. La gubernatura de Campeche. Por ello llegó Mario Delgado a sacar a flote a una candidata que se vence en cuanto carece de un respaldo sólido. Ella sólo es la candidata del partido en el poder, pero está lejana de ser la candidata más fuerte.
Mario Delgado soltó la frase para darle el respiro a ella “si el PT quiere sumarse a este proyecto de cambio, estamos abiertos siempre y cuando haya diálogo y compromiso con el proyecto”.
El problema no es el partido. Es la candidata. Sus vaivenes la ponen en una posición de fragilidad de su imagen. En la ciudad de México dejó una alcaldía con pendientes, pero la realidad es que Layda se quería ir de campaña a Campeche desde que llegó en 2018 a la alcaldía.
Ahora, puso en riesgo una alianza, no representa los intereses del PT por eso llegó Delgado al rescate de una candidata con amenaza de naufragar.▃