Hace 35 años, se produjo el devastador accidente de la planta nuclear de Chernóbil, en la ciudad de Pripyat, ubicada en Ucrania. La explosión de uno de los reactores liberó enormes cantidades de gases y radiación (energía) en las zonas más cercanas al incidente, que hoy es conocida como “la zona de exclusión” de Chernóbil. Actualmente, ninguna persona puede vivir ahí, pero curiosamente el área está llena de diferentes especies animales. Lo cual lleva a la pregunta: ¿hay animales mutantes en Chernóbil?
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En esta bizarra reserva ecológica, que está llena de radiación dañina, hoy viven muchos tipos de animales: desde alces, ciervos, castores y búhos; hasta especies más exóticas como el oso pardo, el lince y los lobos. Incluso se encuentran aquí los caballos de Przewalski, que están en peligro de extinción. Y sí, los expertos dicen que todas estas especies que viven aquí han mutado o cambiado debido a la radiación, pero tal vez no en la manera que te imaginas.
Los animales mutantes de Chernóbil no tienen 3 ojos ni dos cabezas
Más de tres décadas, los científicos siguen estudiando cómo la radiación ha afectado a las poblaciones de animales que viven en la zona de exclusión, que actualmente se encuentra entre Ucrania y Bielorrusia. Ellos también están en busca de mutaciones, que se definen como un cambio en la secuencia de ADN (en los genes), que podría ocasionar que un animal y/o sus descendientes tengan una apariencia o un comportamiento diferente. Pues se sabe que la radiación causa mutaciones.
De acuerdo con National Geographic, se ha encontrado que las poblaciones de mamíferos en el área ha aumentado desde el desastre. Entonces, la radiación no evita que los animales se reproduzcan. Sin embargo, algunas especies si han desarrollado enfermedades como cataratas, tumores, trastornos como albinismo (poca o nada de pigmentación en piel, ojos y pelo), otros cambios de coloración y daños en el sistema inmune.
Y de acuerdo con los expertos de la Reserva de Radiación y Biósfera Ecológica del área, algunos animales también muestran cambios de comportamiento. Muchos ya no se comportan como especies domesticadas, sino como animales salvajes. Otros, como las arañas, ya no tejen sus telarañas de la misma manera simétrica y ordenada. Y algunas chinches han cambiado de color.
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Entonces, si hay animales mutantes en Chernóbil (porque era inevitable), y se han adaptado a vivir entre los altos niveles de radiación. Pero no han cambiado extremadamente como se esperaba, sino de manera muy sutil; y siguen siendo capaces de reproducirse aparentemente sin problema. Todavía no existe registro de un zorro con tres ojos, o un gato de dos cabezas, que es lo que se imaginan muchas personas cuando piensan en animales alterados por la radiación.
