La pandemia del coronavirus (Covid-19), no solo nos alejó de familiares y amigos, también incrementó el consumo de alimentos con alto contenido en grasas. No es para menos si tomamos en cuenta que durante la cuarentena extendida, pedir comida chatarra a domicilio, se convirtió en el deporte favorito de muchos.

Aunado a lo anterior, muchas personas disminuyeron el ritmo con el que realizan actividad física, hecho que derivó en un incremento en el peso de la población que a largo plazo traerá muchas complicaciones a la salud de las personas, advirtió el coordinador de Ciencias Biomédicas de la carrera de Médico Cirujano en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza, Ramón Lozano Calderón de la UNAM.

Sin embargo, el experto recalcó que una receta efectiva contra el Covid-19 y contra futuras emergencias derivadas de la vida sedentaria, es tener un estilo de vida saludable, llevar una dieta balanceada, hacer ejercicio y, en especial, mantener un peso acorde a la talla.

Para Lozano Calderón, debido a la forma de vida que hoy prevalece por la emergencia sanitaria “más que nunca debemos tener en cuenta el consumo de alimentos ricos en fibra, especialmente los vegetales, e incorporar todo tipo de verduras a nuestra dieta, pero no lo estamos haciendo”.

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Además, subrayó la importancia de reducir la ingesta de carbohidratos poco saludables (panes, harinas) y azúcares (como es el caso de los refrescos). También es importante incrementar la actividad física, “algún tipo de ejercicio de manera cotidiana nos viene muy bien”, reiteró. 

Si lo piensas un poco, las caminatas que realizabas de la parada del autobús hacia tu oficina u hogar, más tu sesión de gym, ahora quedaron reducidas a pequeñas rondas alrededor de tu vivienda. En contraste, las largas horas en tu sillón, no hacen más que reflejarse en tu barriga. 

En este contexto, el especialista mencionó en un comunicado emitido por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que un error común que comenten las personas es que se realizan pruebas para medirse el colesterol y si los resultados son de 200 unidades por decilitro en sangre o menos, adquieren confianza excesiva al pensar que su organismo está normal.

“Y sí, pero solo si hablamos del colesterol libre, el que corre en el torrente sanguíneo. Pero hay otro que no hay manera de cuantificar: el que ya está pegado en las arterias”, recalcó.

Recalcó que ese tipo de colesterol es peligroso porque si en algún momento se desprende, deriva en la formación forma trombos que pueden impactar cerebro y corazón, con accidentes cerebrovasculares o infartos. Así que lo mejor es que te convenzas de una buena vez de dejar los carbohidratos poco saludables y hacer ejercicio.  

Explicó que el colesterol son lípidos o grasas que se obtienen de la dieta diaria. Su función es relevante: permitir que la membrana de las células se repare; formar hormonas, sobre todo de índole sexual; y participar en el metabolismo de la vitamina C y del calcio.

Combinación peligrosa 

El académico enfatizó que existe una asociación directa entre diabetes, hipertensión y niveles altos de colesterol. “Esto es indudable, porque el metabolismo en los diabéticos está completamente modificado”. Así que no tomes a la ligera las recomendaciones de Fitguru y decídete a cambiar tu vida de una vez. 

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De acuerdo con la información emitida por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a partir del año 2000, la diabetes mellitus en México es la primera causa de muerte entre las mujeres y la segunda entre los hombres, según datos del Instituto Nacional de Salud Pública. Además de colesterol alto, ese padecimiento viene acompañado de otros como insuficiencia renal o alteraciones metabólicas.