Margarita, quien  sufre la pérdida de sus seres queridos, como la muerte de su hija Karina, quien falleció hace ya casi tres años, y después tuvo que enfrentar el fallecimiento de su abuela  con la quien se crio y vivía, para cuatro meses antes de su accidente quedarse viuda, al morir su esposo Gerardo, ahora tiene que enfrentar el calvario que atraviesa,  tras ser arrollada.

Con su fe de lucha por mejorarse, indicó que al ser dada de alta, después de varias cirugías y tratamientos médicos a los que fue sometida, al llegar a su casa y saber que su recuperación iba a ser lenta, comenzó a deprimirse al verse postrada en una cama sin poder moverse.

“He sufrido mis perdidas, ahora yo estoy enferma y el doctor me dijo que ya no podré trabajar por lo delicada que fue la operación, donde me tuvieron que poner varias placas en la pelvis, sí me deprime pero estoy luchando por buscar mi  mejoría, porque mis hijos aun me necesitan, sobre todo la menor quien apenas terminará sus estudios de primaria, por eso  aunque a veces estoy triste, trató yo sola de darme ánimos para salir de esta pesadilla que cambio mi vida”, expresó  Margarita.

Dijo que tras pelear para que se le pague por los daños que le ocasionaron, por primera vez el responsable de nombre Marco Antonio Flores Ruiz, le dio la cara, porque solo se presentaban los de la aseguradora y en el Ministerio Público donde fue citada la semana pasada, y dialogaron sin llegar a un acuerdo,  debido a que la cantidad que le ofrece su seguro no es suficiente para lo que ha gastado y  seguirá haciendo, que no le permitirá  trabajar para mantener su casa y sacar dinero para que Gema, la menor de sus hijas, siga estudiando.

“Yo no cuento con servicio médico y  tengo que estar en terapias de rehabilitación por un año, por las cuales tengo que pagar, además de los gastos en medicamentos, pago de agua, luz,  teléfono, predial, mi alimentación y la de mi hija, porque aunque tengo otros dos hijos solteros, ellos trabajan y ayudan con sus gastos, pero cuando se casen, sé que ya no será una obligación que me apoyen”, comentó.

Mostrando las cicatrices que quedaron en su cuerpo tras las operaciones, dio a conocer que tiene problemas para mover sus piernas, tal vez dijo por la debilidad y dolor que siente,  sobre todo cuando hace frío,  que le impiden mantenerse mucho rato de pie.

“Apenas hace unas semanas comencé a  levantarme y con el apoyo de una andadera, ahora si trató caminar despacio y salir al sanitario que tengo en el patio, pero más de quince minutos no puedo mantenerme de pie, me cansó porque aún me da molestias las placas que me pusieron,  por eso me dijeron tengo que ir a rehabilitación  y sé que poco a poco podré caminar más aunque mi vida ya no volverá a ser la misma porque tengo que tener cuidados especiales para no lastimarte”, reiteró triste Margarita.

Platicó, que aún existe la demanda de hechos con número, ECA/EC1/00/MPI/063/02740/17/3,  donde espera que el culpable de nombre Marco Antonio, dé cumplimento a  su queja, como lo es  pagar una indemnización además de la habilitación, que será de un año y por la cual también le  generará un gasto.

“Tuvimos hace ocho días un diálogo con Marco y me pidió disculpas, pero con eso  no se arregla mi problema de salud,  porque yo soy una  persona humilde de bajos recursos y no cuento con dinero para seguir curándome, yo sé que  estamos bien endeudados,  porque mis hijos consiguieron en todos lados para poder pagar todo lo que me hicieron y que el seguro popular que tengo no cubre y yo sé que he mejorado, pero aún me siento mal y débil, por eso exijo  lo justo, el responsable ya me vio como estoy para que tome conciencia,  porque mañana tendremos otra cita para ver que procederá”, aseveró.

Margarita,  quien aún no se repone de las pérdidas que ha tenido, recordó a su difunto esposo Gerardo, con quien siempre  se pasaba de un lado a otro, al que consideró un gran hombre y además muy responsable y trabajador, con el que era feliz y ahora extraña al igual que a su hija, quien muy joven falleció dejando un niño pequeño, que se encuentra al cuidado de su yerno.

“He tenido, muchas complicaciones y malestares y se que a futuro se pueden complicar, y como consecuencia mi vida ha cambiado,  pienso que personal del MP de San Cristóbal, esta del lado del responsable y no  veo apoyo de ellos para mi que soy la víctima y sólo pido que se pongan en mi lugar, sin tener el tipo de movilidad que tenía antes, y que por instrucciones médicas, no podré trabajar para sacar dinero y mantenerme como lo hacia y aunque han pasado cuatro meses, sigo con malestares en cama”, relató Margarita.

La mujer, que aún presenta un triste resplandor en su rostro, a quien tras las operaciones cuyas heridas apenas acaban de cerrar, le causa dolores  al realizar un movimiento para voltearse de un lado a otro en la cama, hoy solo exige  justicia para la aseguradora que solo quiere pagarle una cantidad, que tomen en cuenta lo mal que aún se encuentra y que le impide hacer su vida de manera normal.

“No podré volver a cargar nada, ni a mis nietos, y ahora sé que el responsable no se niega a pagar, pero consideró que la aseguradora no ofrece lo suficiente para todos mis gastos y lo que aún me falta por enfrentar, por eso no sé cómo saldré adelante para mantenerme y curarme, sé que no quedaré al cien, pero tengo que ver por estar mejor, por mi niña, sé que pude haber muerto, pero por algo aún sigo viva, y continúo dando la batalla para mi recuperación”, insistió Margarita.

Mostrando las herida de las cirugías en el lugar donde le colocaron las placas, Margarita, solo espera termine su calvario por el que atraviesa y asegura pasarán muchos años para poder caminar de manera normal y deje de tener dolores, por los cuales aún tiene que tomar medicamentos a cuatro meses del accidente que aún la mantiene postrada en una cama.

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Post y Contenido Original de : A fondo Edo Mex
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