La imagen de un hombre solo en una sala funeraria, donde está el féretro sin flores de su esposa, conmovió a toda la ciudad de Saltillo, en Coahuila, al noreste de México.
El momento quedó capturado en una fotografía que difundió una usuaria de redes sociales de nombre Sandra Pineda. “Don Ramón no tiene a nadie. Ni dinero. Así que no tienen ni café. Ni pan y ni una flor me da tristeza”, escribió en Facebook con la fotografía de Ramón Cibrián Casas, quien velaba a su esposa María Asunción Esparza Martínez.
Al difundirse la fotografía, ciudadanos y policías municipales se dirigieron a la funeraria para acompañar a Ramón, organizaron una colecta para reunir el dinero suficiente y trasladar el cuerpo de la mujer a un cementerio de su comunidad y compraron muchas flores.
Así la funeraria del Sistema de Desarrollo Integral Familiar (DIF) estatal, que antes había lucido vacía, se llenó de gente que no conocía a Ramón, pero lo acompañó.
Los policías municipales fueron los primeros en llegar. Ahí vieron que Ramón sólo estaba acompañado por su hijo de 33 años, quien padece una discapacidad. “Nos dolió verlo solito, nada más con su hijo. Primero llegamos nosotros y después desconocidos y familiares que se enteraron por redes sociales”, dijo el oficial José Juan Guzmán Rojas a LaCrónica.com, un medio digital local
Laura Cázares, voluntaria de la organización religiosa PROV:22:9, llevó ropa para vestir a la difunta, y otros llevaron flores y despensas. Además, le entregaron a Sandra dinero para pagar los gastos. En total reunieron 7.000 pesos (unos 368 dólares), de los cuales 1.700 (como 90 dólares) sirvieron para pagar el ataúd.
“Wow, una experiencia maravillosa el poder servir a Dios por medio del prójimo. Gracias Saltillo porque marcamos la diferencia. Ya ven que sí pasan cosas buenas y positivas aquí”, escribió Sandra en redes sociales.
Después de la velación, el cuerpo de María Asunción fue trasladado a la Iglesia del Refugio para una misa de cuerpo presente. Los policías municipales utilizaron dos camionetas oficiales para llevar las flores.
Don Ramón iba a enterrar a su esposa en el cementerio La Paz, pero por el apoyo económico de la población, los restos fueron sepultados en un panteón del ejido El Tunal, en el municipio de Arteaga, en donde Ramón y su esposa habían vivido juntos 40 años.
“Se los agradezco de todo corazón, cuando más solos nos sentíamos nos llegó más gente”, dijo Don Ramón y relató que su esposa falleció el 30 de enero por complicaciones en los riñones después de estar internada en el Hospital General de Saltillo.
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Source: Infobae