VALENCIA.
Valencia y Atlético de Madrid iniciaron la Liga de España con un empate (1-1) en partido intenso y de fuerzas niveladas en las que el equipo madrileño dominó la primera parte ante un Valencia que reaccionó en la segunda, aunque los minutos finales fueron nuevamente ‘colchoneros’.
El guión fue el esperado entre dos equipos potentes y trabajados en un choque en el que el Valencia fue capaz de plantar cara al campeón de la Supercopa de Europa y desperdició dos claras ocasiones al final.
Las posesiones largas de balón por parte de ambos conjuntos caracterizaban el choque, pero ni uno ni otro encontró la forma de hacer daño.
El partido mantenía esa dinámica, cuando a los 27 minutos, un control de Griezmann creó un hueco en la defensa local que le permitió ceder a Correa, desmarcado y habilitado. Solo ante la meta, no dio opción a Neto para detener su potente disparo.
El gol puso el partido donde quería el Atlético y desconcertó ligeramente al Valencia. El encuentro perdió ritmo, aunque el Valencia no fue capaz de hacer ocasiones y su rival sí dispuso de alguna para marcar el segundo.
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Fue Costa quien empezó a meter peligro. Primero detuvo Neto y después lo derribó Garay. El atacante ‘colchonero’ causaba muchos problemas a los naranjeros.
El Valencia salió más mordiente tras el descanso y consiguió jugar cerca de la meta de Oblak, pero sin crear peligro ante un Atlético muy compacto, sobrio en defensa, insistente y sin descartar la posibilidad de hacer un segundo gol definitivo.
La mejoría local servía para tener el balón y parecía insustancial, hasta que en el minuto 56 un centro de Wass y un error de Godín, permitieron que Rodrigo empatara el encuentro con un disparo inapelable.
La igualada propuso un partido diferente. Valencia le metió convicción; el Atlético no se descompuso. El tesón local se reflejó en el balón al poste de Paulista en un cabezazo en tiro de esquina al área.
El partido se volvió a nivelar. El Atlético había superado un momento difícil y recuperó las riendas del juego. A un cuarto de hora del final era el que dominaba el encuentro, aunque Wass y Gamiero obligaron a Oblak a realizar dos paradas importantes, pero sin cambio en el marcador.
fdr
Source: Excelsior