Una plataforma para la proyección de México: la Alianza del Pacífico

Por Jason Marczak

Cuando hace una semana el presidente Enrique Peña Nieto se fue de la cumbre de “los tres amigos” en Canadá, salió con importantes logros para México, especialmente en el área migratoria. Pero no se conformó con estos acuerdos; de ahí voló a Chile a reunirse con sus homólogos de Colombia, Chile, y Perú para lo que ha sido una de las cumbres más importantes de la Alianza del Pacífico.

Aunque México no comparte una frontera con los otros miembros, el bloque ha sido esencial para reactivar el liderazgo del país en la región.

 En tan sólo cinco años, este bloque ha logrado hacer crecer las economías y mejorar el bienestar de sus pueblos. Tras los recientes cambios en Argentina y Brasil, los presidentes se reunieron en un momento de mucha esperanza para la región, aún bajo el contexto de incertidumbre en Europa.

El fenómeno de la integración está siendo cuestionado en Europa–uno de los experimentos de integración más ambiciosos en la historia del mundo–Aun así, nuestro continente pasa por un momento de acelerada integración económica, política y social. Sí, existe la retórica del candidato Donald Trump, pero sus palabras no reflejan
la dirección de nuestro hemisferio —ni la del pueblo estadunidense—.

Hasta ahora, los éxitos principales de la Alianza del Pacífico incluyen un acuerdo de eliminación de aranceles, la integración de bolsas de valores bajo el Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), una mayor movilidad de bienes y personas con la eliminación de visas, y programas de acreditación académicos entre los cuatro países. 

Como resaltamos en el último reporte del Atlantic Council, “La Alianza del Pacífico 2.0: Próximos pasos para la integración”, para aprovechar el potencial de este acuerdo, los presidentes deberán continuar la integración de la Alianza y encontrar maneras de hacer uso de la participación de países observadores.

Esta unidad sería principalmente valiosa en diálogos con países del Asia-Pacífico, otorgándole a la unión una palanca financiera mayor que la de cualquier país individual. En la cumbre, uno de los resultados principales fue un reconocimiento por parte de los líderes de la importancia de los países observadores de Asia y la necesidad de mayor acercamiento con los mismos. Con este fin, una valiosa acción concreta sería poner en marcha los mecanismos discutidos para establecer un marco de cooperación con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).

Más allá del Brexit en Europa, los líderes de la Alianza reconocieron otros cambios profundos en nuestra región, desde la última cumbre presidencial de la Alianza. Los vientos políticos han alterado la orientación de la política comercial en Argentina y Brasil. Los dos poderes del Cono Sur buscan abrir sus economías al exterior para diversificar su comercio y fomentar una mayor base de inversión extranjera. El presidente de Argentina, Mauricio Macri, ya ha expresado interés en este acercamiento y participó como observador en la reunión de la Alianza. El gobierno de Michel Temer en Brasil, así como el sector privado brasileño, ha hecho declaraciones similares.

Este capital político se debe aprovechar para fortalecer los vínculos entre los países de Mercosur y los de la Alianza del Pacífico —y esto exactamente ha sido uno de los resultados de la cumbre—. La región será más competitiva en el mercado global si una unión comercial colectiva crea cadenas de valor que reconozcan las ventajas comparativas de cada país individual. El momento para estos cambios es propicio dado que la nueva presidenta pro-tempore, Michelle Bachelet, siempre ha promovido mayor convergencia entre ambos bloques.

México tiene una oportunidad importante para determinar el futuro de uno de los acuerdos más prometedores en América Latina. La Alianza está entrando en su próxima fase y éste es el momento para mostrar el liderazgo de México en el continente. 

*Jason Marczak es director de la Iniciativa de Crecimiento Latinoamericano en el Centro de América Latina Adrienne Arsht del Atlantic Council, un centro de pensamiento basado en Washington. Su más reciente informe se titula “Alianza del Pacífico 2.0: Próximos pasos para la integración”.